Estarás de acuerdo con nosotros en que, si te mencionamos JARDÍN, lo primero que te vendrá a la mente será un conjunto de plantas, macetas y árboles. ¿Y qué pasa si te decimos que hay jardines en los que la protagonista no es la vegetación?
Hoy hablaremos de precisamente esto, es decir, de un jardín en el que lo que verdaderamente destaquen no sean las plantas, si no las rocas.
¿Te suena la palabra ROCALLA?
En este nuevo artículo de hoy te explicaremos qué es la rocalla, cuáles son sus características y cómo se realiza este tipo de jardín. Interesante, ¿verdad?
¡Vamos con ello!
Tal y como te adelantábamos al inicio de este post de jardinería, una rocalla es un tipo de jardín en el que destacan las rocas, no las especies vegetales. En esta construcción tan especial, conviven de forma equilibrada rocas, plantas y elementos como grava o fuentes.
Las especies perfectas para este tipo de jardín son las denominadas “alpinas”, rústicas y resistentes capaces de adaptarse a cualquier situación y crecer de forma compacta.
Otra de las razones por la que destaca esta construcción tan paisajística es por su aprovechamiento de desniveles. Una rocalla es ideal para aquellos espacios irregulares en los que se necesita disminuir o disimular la diferencia.
Además, son muy decorativos.
Como suele pasar con todos los tipos de construcción, no todo vale y no toda ubicación es recomendada. Lo más adecuado a la hora de ubicar la rocalla es lo siguiente:
Una vez que ya sabes dónde es adecuado construir una rocalla, ahora debes saber cuáles son las especies más recomendadas para ello. Como te decíamos antes, lo habitual es cultivar plantas alpinas, pues son más resistentes y se adaptan a cualquier condición. Entre ellas, destacamos las siguientes:
También podrás usar algunas especies de tomillo, clavelinas como Dianthus lusitanus o Dianthus alpinoo numerosas plantas pertenecientes al género Saxifraga
Antes de ponerte manos a la obra, piensa y planifica. Debes tomarte tiempo para diseñar tu rocalla, pues si no sabes cómo la quieres, difícilmente sabrás construirla.
Ten en cuenta el tamaño de las rocas, si vas a poner o no fuentes, estanques o cascadas de agua. Además, debes considerar si tendrá o no desniveles (algo fundamental a la hora de construir este tipo de jardín).
Una vez que ya has diseñado tu rocalla, ahora es momento de elegir el lugar en el que la quieres construir. Puede parecerte que este factor es algo secundario, pero nada más lejos de la realidad.
La ubicación será clave para el correcto desarrollo del jardín.
Tal y como te recomendamos anteriormente, evita las zonas próximas a árboles u otros elementos. Lo ideal, es ubicarlo en áreas con desniveles naturales, que reciban sol durante casi todo el día y que, además, tengan un buen drenaje.
También debes considerar el tipo de suelo.
Es preferible que sea arenoso, ya que así será más permeable, algo que será sumamente importante para que las plantas que decidas cultivar crezcan adecuadamente. Recuerda, los encharcamientos de agua pueden ser fatales.
Decidida la ubicación, te toca preparar el terreno para la construcción. Relacionado con esto, el drenaje es lo más importante, por ello, debes crear un sistema que no impida el paso del agua.
Un jardín de rocalla necesitará un drenaje mucho mejor que cualquier otro tipo de jardín, pues como sabrás, a las rocas no se las puede considerar un material permeable, la verdad. Para conseguir que se drene bien el agua, lo ideal es proporcionarle desniveles.
Y, además, te recomendamos crear una capa drenante.
¿Qué es esto? Es una capa de entre 30-40 cm formada por arena gruesa, perlita y otros elementos como por ejemplo trozos de maceta (ayudan a filtrar el agua).
Con el diseño creado, la ubicación elegida y el terreno preparado, ahora es el turno de colocar las rocas que conformarán el jardín de rocalla.
Lo mejor es colocar las piedras que puedas encontrar en el entorno, pues darán un aspecto más uniforme y natural al espacio. Si no es así, puedes elegirlas en un centro de jardinería.
A la hora de colocarlas, ten en cuenta dos cosas:
Otra de nuestras recomendaciones es que las coloques dejando una separación entre ellas, así la vegetación podrá crecer y el agua podrá circular libremente, consiguiendo así el drenaje que se necesita.
Cuando ya estén colocadas, rellena el terreno con humus (de lombriz). A continuación, pon las rocas más pequeñas en la superficie y, al mismo tiempo, ve echando sustrato para fijarlas.
Ya casi has terminado, ahora solo te queda decidir el color que quieres para tu jardín de rocalla y, por consiguiente, las plantas. Antes de proceder con el cultivo de la vegetación, debes esperar entre 2 a 4 semanas, así el sustrato y las rocas se asentarán.
Durante este periodo, podrás elegir las tonalidades de las plantas. ¿Quieres una rocalla verde? ¿La prefieres colorida? ¿Plantas con flor? ¿Follaje perenne? Aquí tus preferencias son las verdaderamente importantes.
Tu elección marcará la plantación de especies.
Aunque todo se basará en tu elección, en Husqvarna te recomendamos que sigas un patrón, es decir: si quieres arbustos, usa solo arbustos, si quieres tapizantes cultiva únicamente tapizantes.
Además, si siembras especies con diferentes ciclos de floración, mejor que mejor, pues tu jardín de rocalla se verá siempre colorido, todo el año.
Colocadas las plantas, ahora te queda cubrir los rincones en los que no haya colocado nada y, para esta tarea te aconsejamos usar elementos como grava decorativa de color blanco o corteza de pino.
Intenta que todo tenga un diseño similar, equilibrio y sentido.
Y ya está, ya puedes empezar a crear tu rocalla. Esperamos que te haya servido de ayuda y de inspiración. En caso de duda, como siempre, te recomendamos acudir a un profesional.
¡Nos vemos en la siguiente entrega!
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