¿Sabes qué es un parterre?
Volvemos con un nuevo artículo dedicado a los amantes de la jardinería y, en especial, del paisajismo.
Y es que, con la entrada de la primavera, ¿a quién no le entran ganas de salir a pasear por el campo o por el parque? Si vives en un entorno urbano, seguramente habrás visto a nuestros protagonistas de hoy, los parterres.
Es posible que nunca hayas oído hablar de esta palabreja y quizás ya te estés preguntando, ¿qué es eso?
El parterre es un diseño de jardines a la altura del terreno en el que se planta.
Hoy te vamos a explicar qué es un parterre, cuáles son sus orígenes, en qué se caracterizan este tipo de jardines y cuáles son los elementos principales que se usan en la ornamentación.
¿Empezamos?
¿Qué es un parterre?
El parterre es el diseño de un jardín a la altura de la superficie en el cual se plantan flores y hierbas que quedan protegidos por una hilera de plantas (normalmente perennes) construida a su alrededor.
En pocas palabras, se trata de crear un jardín formal.
Entre las plantas más utilizadas para crear la “barrera protectora” del parterre destacan pequeños arbustos, coníferas o mismamente flores. En algunos casos, incluso se opta por colocar pequeños cantos en torno a él.
A diferencia de otros jardines, el parterre se diseña al mismo nivel que la superficie del terreno en donde se planta.
Algunos parterres son mundialmente conocidos por su importancia histórica y la belleza de sus composiciones
¿Cuál es el origen del parterre?
Para conocer la historia del parterre, tenemos que retroceder hasta la Francia del siglo XVIII.
No en vano, la palabra en su lengua nativa viene a significar “en la tierra”. Durante esa época, Claude Mollet, fundador de una de las dinastías de viveristas más del país, trans inspirarse en los cuadros pintados por el italiano Etienne du Pérac.
Así pues, en 1.614 aparece el primer parterre de la historia.
Se trataba de un bordado (originalmente denominado borderie) que apareció en una revisión del grabado de Alexandre Francini en los planos de los jardines de Fontainebleu y Santi-German-en-Laye.
Desde entonces, el concepto del parterre ganó tal popularidad que no tardó en expandirse por el resto de Europa, siendo especialmente atractivo en Inglaterra.
24 años más tarde de descubrir el primer boceto, Jacques Boyceau, un conocido diseñador de jardines, lanzó oficialmente la primera descripción de lo que es un parterre.
“Los Parterres son los adornos bajos de los jardines, que tienen un gran encanto, especialmente cuando se les ve desde una posición elevada”
Posteriormente, el parterre siguió evolucionando a lo largo del tiempo, dando lugar al término de jardín inglés, el cual volvería a renombrarse en si con la llegada del Neorrenacimiento.
Ejemplos de Parterre más conocidos
Entre los muchos parterres que podemos encontrar a lo largo y ancho del mundo, hay dos en particular que merecen una mención especial, tanto por sus dimensiones como por las hermosas combinaciones de flores que los decoran.
- Palacio de Versalles: Volviendo a sus orígenes, el parterre del Palacio de Versalles plasma a la perfección lo que se espera del típico jardín francés. Entre sus múltiples secciones, destaca el Orangerie, donde podemos encontrar una exótica colección de palmeras y naranjos.
- Parque del Retiro de Madrid: Localizado en la capital de la Península Ibérica, el impresionante jardín histórico del Retiro se construyó siguiendo el modelo originario de Francia. Entre las plantas que decoran el parque, destaca la amplia variedad cromática de flores y las majestuosas especies arbóreas, que van desde cipreses hasta laureles. Un espacio que desprende nobleza por todos sus rincones.
Si tienes la oportunidad de visitarlos, seguro que te encantarán.
¿Cómo se hace un parterre?
Como podrás deducir simplemente con ver el espacio que ocupan estos jardines, elaborar un parterre no es una tarea sencilla.
Y no es difícil por el simple hecho de que en el jardín del parterre hay que incluir muchos elementos florales (con su posterior mantenimiento), sino por el estudioº previo a su construcción.
Lo más importante es conocer cuáles son las condiciones climáticas y la situación geográfica en la que se instalará el parterre.
También tenemos que tener bien pensadas en qué secciones dividiremos el jardín.
En lo que a plantas y flores se refiere, también es importante pensar con anterioridad en las especies a incluir, así como los cuidados que requiere y en su compatibilidad.
La clave está en conseguir la armonía entre los elementos del parterre.
Por esta razón, a continuación, te presentaremos las cinco flores más comunes a la hora de elaborar un parterre
Se trata de un subarbusto perteneciente a la familia de las Asteráceas. Científicamente, se la conoce como Santolina chamaecyparissus. Gracias a sus tubulosas flores doradas, son especialmente recomendables para realizar un bordado, pues además de su hermosura, desprenden una agradable fragancia. Deben recortarse periódicamente para evitar que solapen al resto de flores.
Suelen utilizarse durante como plantas anuales de verano. Son tremendamente vistosas gracias a su gama de colores casi infinita (el único color que no pueden tener es el naranja). Dado que uno de las consideraciones principales a la hora de hacer un parterre deben ser los colores, la petunia acostumbra a ser uno de los géneros más demandados por los diseñadores de jardines.
En contraste con la petunia, el pensamiento salvaje (cuyo nombre científico es Viola tricolor) es una especie anual que pertenece a la familia de las Violaceae. Es una buena alternativa para decorar un parterre en invierno. Florece entre abril y septiembre, con unas flores similares a un trébol cuya coloración varía entre blanco, amarillo y púrpura.
Si buscas darle vivacidad, la anémona del Japón (Anemone Hupehensis) aportará su peculiar figura para que tu jardín brille en todo su esplendor. Puede adoptar tonalidades blancas y rosas, sin obviar el amarillo de sus múltiples estambres.
Este género de plantas, nativo de regiones orientales y Norteamérica, son el único miembro de la familia de las peoniáceas. Gracias a sus tonos, que van desde el rosa palo y el fucsia hasta el blanco y el amarillo, llevan el romanticismo al diseño de un parterre.
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