¿Cómo eliminar las malas hierbas del jardín?

¿QUÉ SON Y CÓMO AFECTAN AL JARDÍN?

Las malas hierbas, conocidas también como maleza, son cualquier especie que crece de forma silvestre (sin la ayuda del hombre) en un jardín o espacio verde cultivado o controlado por el ser humano.

Bajo estas condiciones, casi cualquier planta puede convertirse en una mala hierba.

Como quizás ya sepas, la maleza se considera, en sentido general, una molestia, algo indeseable y el enemigo número 1 de cualquier jardinero o agricultor. Eliminarlas no es una tarea sencilla, pues la mayoría vuelven a crecer sin importar lo que hagas para evitarlo.

Los efectos de las malas hierbas no están únicamente relacionados con la apariencia del césped o con las desigualdades en el terreno.

Va mucho más allá.

Cuando un cultivo o plantación está infestado de estas hierbas, las plantas sembradas compiten con ellas por los nutrientes y el agua que. Además, estas especies silvestres albergan y hospedan a diferentes tipos de plagas.

Como ves, no son meras espectadoras.

Las especies más comunes reconvertidas en malas hierbas

Tal y como hemos mencionado, una mala hierba puede ser cualquier especie que se desarrolle de forma silvestre y no deseada en un cultivo controlado por el hombre.

Por ello, existen numerosas variedades vegetales que llegan a considerarse maleza. Entre las más comunes puedes encontrar:

• Avena fatua: planta fanerógama que habita en los terrenos de cultivo y en los suelos baldíos. Presenta una raíz ramificada, tallos herbáceos, erectos y hojas de hasta 20 centímetros de largo.
• Cirsium arvense: el cardo cundidor es una hierba reconocida en muchos huertos. Es perenne, cuenta con una raíz central profunda de fuerte arraigo y presenta unas brácteas de color violeta oscuro. Se desarrolla en los campos labrados, pastos, en tierras baldías y en los claros de los bosques.
• Sorghum halepense: conocida comúnmente como cañota, se trata de una planta glabra capaz de desarrollarse en los cultivos de verano de regadío. Su tallo es erecto, en forma de caña y con una altura que puede llegar a los 2 metros.
• Verbena officinalis: hierba perenne originaria de Europa. Crece de forma silvestre en las praderas, cultivos de primavera, en los viñedos y en los huertos. Esta especie es de porte erguido, sus hojas son opuestas, lobuladas y están divididas en varios segmentos.

¿Cómo se eliminan las malas hierbas?

Las malas hierbas son un problema que se debe erradicar de raíz, nunca mejor dicho.

Para muchos jardineros y agricultores, estas especies “invasoras” llegan a suponer un dolor de cabeza significativo y en muchas ocasiones, pérdidas económicas importantes. Por ello, su eliminación pasa a ser una prioridad.

Sin embargo, no existen métodos que consigan erradicarlas para siempre.

La maleza, hagas lo que hagas y eches lo que eches, siempre acaba creciendo de nuevo. Pero, aun así, es algo que se debe seguir intentando.

La prevención

El primer paso para la erradicación, es la prevención.

No hay mejor defensa ante las malas hierbas que prevenirlas. La técnica ideal para evitar el desarrollo de estas especies es la de mantener en perfectas condiciones el césped del jardín. Con el suministro de nutrientes, con los riegos y con un corte regular, podrás impedir (en muchos casos) la aparición de maleza.

Un prado denso y sano no deja espacio para su germinación.

La eliminación de la maleza

A estas alturas del artículo, no hay cabida para albergar dudas. Las malas hierbas son perjudiciales para nuestros cultivos y para nuestro jardín y eliminarlas es una tarea que nuestras plantas agradecerán enormemente.

Existen diferentes métodos para erradicar las malas hierbas. Todos ellos son altamente efectivos y muchos, ni siquiera afectarán de manera negativa a las demás plantas.

El arranque manual

Estarás de acuerdo con nosotros en que una de las técnicas más extendidas para eliminar cualquier tipo de hierba, es el arranque manual.

Pese a resultar efectivo para ciertas especies, es un trabajo aburrido, delicado, lento y si no se hace bien, incluso puede causar daños personales.

Este método debería estar reservado a las malas hierbas que deben arrancar de manera individual, como por ejemplo las que se desarrollan pagadas al tallo de algún árbol o arbusto del jardín.

Si has optado por llevar a cabo esta técnica, te recomendamos que uses guantes protectores. Arráncalas de raíz (el tallo sólo no vale) y si es necesario, usa un cuchillo o un elemento con punta.

El uso de herbicidas

Es la práctica más común y al mismo tiempo la que puede causar daños en las demás plantas del jardín.

Los herbicidas deben ser usados con cautela.

Estas sustancias pueden ahorrar mucho tiempo y esfuerzo y, si se utilizan adecuadamente, incluso pueden no afectar de forma negativa ni al césped ni a las plantas cultivadas. Todo dependerá de cómo los emplees.

En el mercado se pueden encontrar diversos tipos de herbicidas químicos y es necesario saber cómo actúa cada uno antes de aplicarlos.

• De contacto: matan a la hoja que tocan. No son residuales, no se extienden al sistema radicular y no perduran en el suelo.
• Sistémicos: son los que se aplican sobre la planta. Ésta la absorbe y la distribuye por todas sus partes. Trabajan con mucha lentitud, sin embargo, son capaces de matar a la planta entera.
• Residuales: se echan directamente en el suelo para impedir la germinación de las semillas. A diferencia de los de contacto, permanecen activos durante muchos meses.

Mulching

El mulching o alcolchamiento es una técnica poco practicada pero que resulta muy buena para el jardín en diversos aspectos.

¿Qué es el mulching?

Es una capa de materia orgánica extendida sobre el suelo de parterres y demás sitios dónde la tierra queda expuesta. Proporciona a las plantas mejores condiciones de crecimiento y lo que hoy nos importa, suprime la aparición de las malas hierbas.

El mulching se debe aplicar una vez que se ha arrancado la maleza y se ha llevado a cabo la escarificación del suelo.

Los materiales orgánicos más habituales son la turba, el compost y los recortes de césped.

Otros métodos

En la actualidad, el ingenio de las personas ha logrado que se lleven a cabo alternativas caseras a los métodos mencionados anteriormente.

Estas prácticas no son tóxicas y destacan las siguientes:

• Agua hirviendo: sí, el agua muy caliente funciona como un herbicida. Debes echarla sobre las malas hierbas con sumo cuidado, pues si la aplicas en una planta que no quieras eliminar, ésta acabará por morirse.
• Sal: actúa como un herbicida total en la zona en la que se eche. Es la solución perfecta para las zonas en las que no se quiere que crezca ningún tipo de especie silvestre.
• Vinagre: es capaz de matar las hojas de la planta, sin embargo, no afecta a las raíces. Este método es muy recomendable en las especies jóvenes pues no tienen la suficiente energía almacenada en las raíces como para poder resistir y volver a desarrollar sus hojas.
• Harina: la harina de maíz, sorprendentemente, es un potente herbicida natural. Una vez que esparces esta sustancia, el control de la germinación de las semillas de las malas hierbas está asegurado.

Como habrás podido comprobar, las malas hierbas son un problema muy a tener en cuenta. Eliminarlas es sumamente importante. A continuación te dejamos un vídeo tutorial en el que nuestra embajadora Monique Briones explica qué son estas especies y analiza algunos métodos y tratamientos.

Y hasta aquí nuestro articulo de hoy. Esperamos que te haya servido de ayuda a la hora de afrontar la erradicación de la maleza. Con un poco de dedicación y aplicando las técnicas adecuadas, verás que tu esfuerzo tendrá recompensa, y lo más importante, lograrás un jardín libre de malas hierbas.

¡Nos vemos en la próxima entrega!