Si nos has estado siguiendo día a día y post a post, ya tendrás una idea de lo que hoy te vamos a hablar. En este nuevo artículo de jardinería volvemos a alejarnos un poco de lo habitual y nos centraremos en explicarte qué es la cochinilla algodonosa y cómo se lucha contra ella.
Estarás de acuerdo con nosotros en que las plagas que asolan las plantaciones no sólo son un contratiempo molesto, también pueden llegar a suponer pérdidas económicas importantes.
Y la cochinilla algodonosa es una de las más habituales.
Por ello, no está de más que sepas a qué puedes llegar a enfrentarte en algún momento, pues ningún jardín está a salvo.
Dicho esto, ¡vamos con ello!
El insecto del que hoy hablaremos ya es un viejo conocido de este blog, pues casi en cada ficha de plantas que hemos detallado, aparece como plaga habitual.
Pero, ¿qué es y cómo se detecta?
Pues bien, la cochinilla algodonosa es, junto a los pulgones, una de las pestes más comunes en cualquier jardín. Además, es una de las más dañinas que existen. Se trata de un pequeño hemíptero (mide aproximadamente unos 4 mm de longitud) que deposita sus larvas en las plantas de interior, exterior, de invernadero y en árboles frutales.
Como ves, ninguna vegetación está a salvo.
Las larvas son de color gris o dorado y tienen una consistencia blanda. Cada uno de estos insectos cuenta con un pico chupador que clava en las hojas, en los tallos y en los frutos de las plantas para alimentarse de la savia de estas partes.
A la vez que se alimentan segregan una melaza que favorece la formación del denominado hongo negrilla. Este hongo, como bien se puede suponer de su nombre, provoca el ennegrecimiento de las partes atacadas.
¿Las consecuencias?
Muy claras: se impide la fotosíntesis y la floración, aparecen malformaciones, pudrición y manchas foliares. La planta empieza a debilitarse y si la plaga persiste, muere.
La cochinilla algodonosa aparece cuando la planta está enferma, débil o cuando sufre algún estrés (normalmente causado por trasplantes mal efectuados o por podas incorrectas). Estos organismos se pueden ver con un simple vistazo, al igual que sus efectos.
Como hemos mencionado, sabrás que tu vegetación está siendo atacada cuando veas no sólo al insecto, también cuando observes manchas negras (causadas por el hongo negrilla), malformaciones y una melaza (líquido azucarado) de un color blanquecino y aspecto similar al algodón (de ahí su curioso nombre).
La lucha contra la cochinilla algodonosa no empieza con el ataque de esta plaga. Comienza mucho antes con la prevención. Las acciones de prevención no siempre van a resultar efectivas y no siempre tendrán éxito, pero son una buena forma de evitar la aparición de esta plaga.
Y si esto falla, aún te quedarán los métodos de erradicación: los insecticidas químicos y los remedios naturales.
Cuando hablamos de prevención nos estamos refiriendo a tareas de jardinería que en muchos casos son efectivas para evitar la aparición de este tipo de organismos. Puede que tu planta acabe por enfermar, aunque hagas todo lo posible para evitarlo, pero si llevas a cabo alguna de las acciones que vamos a mencionar, puedes lograr una plantación sana.
Veamos por tanto las acciones de prevención de la cochinilla algodonosa:
Pero, tal y como hemos dicho, la prevención no tiene por qué ser sinónimo de éxito. Habrá muchas veces que hagas lo que hagas para evitarlo, esta plaga puede afectar a tu plantación.
Una vez que observes que la cochinilla algodonosa ha hecho su aparición, empiezan las tareas de erradicación. Algunas de las más frecuentes son:
Y hasta aquí nuestro artículo de hoy. Esperamos que te sirva de ayuda para identificar y erradicar la cochinilla algodonosa. Y si no es así, siempre te quedará el centro de jardinería más próximo.
¡Nos vemos en la próxima entrega!
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