Setos y cerramientos vegetales para el jardín
Antes de plantar un seto, debemos planificar desde cero cómo queremos hacerlo, así, tendremos éxito.
Lo setos y los cerramientos vegetales pueden ser no solo funcionales -ofrecen privacidad al jardín y a la parcela- también pueden ser estéticamente bellos, añaden vida, movimiento y elegancia al lugar en el que se plantan.
Delimitan los espacios y crean barreras visuales. Además, se encargan de reducir el ruido, el polvo de la ciudad, de los coches y también minimizan el viento que llega a nuestro jardín.
Los setos aportan protección y seguridad cuando ya están bien formados y, para ello, podrás elegir especies con un alto poder de repelencia a animales y personas no invitadas a entrar. El ejemplo más común es la vegetación con espinas.
Y hablando de aspecto ornamental, los setos pueden tener distintas formas.
Toleran las podas rectangulares, lo que da una sensación de orden y elegancia al jardín. Pero también se pueden utilizar plantas de crecimiento libre como es el caso del formio (Phormium tenax), especie que no necesita poda y que ofrece un aspecto más natural al jardín.
Otros setos disponibles son los denominados “bajos”. Éstos son perfectos para delimitar caminos y separar espacios en el jardín, sin ocultar las vistas.
Simplemente cumplen la función de crear interés al espacio.
Si eliges bien la especie de planta que utilizarás y conoces con exactitud cómo se plantan, cuál es su mantenimiento o cómo se lleva a cabo la poda, el éxito de tus cerramientos está garantizado.
Recuerda:
La principal función de un seto es dar privacidad, mantener las vistas de la vivienda, de los espacios comunes del jardín y alejar la mirada de los curiosos.
Si quieres que tus setos crezcan de manera uniforme y que todas las plantas que forman el conjunto se desarrollen al unísono, la cantidad de luz que reciben debe ser la misma. Lo ideal es que sean muchas horas, ya que cuanto más sol, más rápido crecerán.
Pero ten cuidado con los excesos.
Hay plantas que no toleran grandes dosis de luz, de hecho, muchas de ellas terminan por quemarse. Lo mejor es que antes de plantar alguna especie, te asegures de qué necesidad lumínica tiene.
Sabes que plantar poner en cada circunstancia es algo fundamental.
Todo dependerá del espacio disponible en el jardín, del tiempo que tengas para esperar que cumplan con su cometido, si tendrán o no riego o con qué tamaño contarán en un futuro.
Según esto, debes elegir una especie u otra.
Si cuando plantas el seto cuidas la tierra lo mejor posible y si, además, haces un abonado con materia orgánica (humos de lombriz, estiércol, guano), estarás ayudando a que el sistema radicular de la planta se desarrolle adecuadamente.
Por consiguiente, un buen desarrollo radicular supondrá unos resultados muy positivos en el crecimiento del seto.
El riego también es fundamental.
Un aumento de la cantidad de agua impedirá que tus plantas sufran estrés hídrico, lo que sería fatal para el crecimiento de éstas.
Más adelante, cuando la vegetación ya lleve un par de meses en su sitio, puedes añadir abono químico (NPK) anualmente, pero siempre siguiendo el consejo de un profesional.
Justo después de la plantación puedes podar los brotes apicales de las plantas, es decir, los que salen en la parte de arriba. Con esto incrementarás el crecimiento de los brotes laterales y horizontales, lo que ayudará a que tu seto se cierre antes.
Es recomendable repetir esta poda en épocas en las que el desarrollo de la vegetación se acelera (mediados de primavera, principios de verano).
La belleza de un cerramiento vegetal bien formado reside en conseguir una uniformidad entre todos los setos y todas las plantas de la hilera. Conseguir que todas ellas crezcan de forma uniforme y sana es algo que debes perseguir a toda costa.
Lo que te aconsejo es que las trates por igual, es decir, que le proporciones un tratamiento igualitario (riegos, abonado, sustrato, etc.) Si a una de las plantas le falta uno de estos elementos, el desarrollo se verá negativamente afectado, lo que derivará en un efecto final desigual del cerramiento.
Formas de plantación
A la hora de plantar tus setos, haz lo siguiente:
- Una única zanja para todas las plantas que formarán el futuro cerramiento.
- Un agujero para cada planta que dará forma al seto.
- Agujeros intercalados en zigzag (consume el doble de plantas e insumos a la hora de plantar, pero obtendrás el resultado que buscas en menos tiempo).
Tipos de poda necesarias
Como sabrás, existen varios tipos de poda que se llevarán a cabo según el objetivo y el estado en el que se encuentre tu seto. Las que debes conocer son las siguientes:
- Poda de limpieza: una vez al año para retirar las ramas secas y mal formadas. Esta eliminación ayuda a evitar las posibles enfermedades o plagas que puedan aparecer como consecuencia de un mal estado del seto.
- Poda de formación: es la que busca darle la forma que queremos (suele ser formar o cuadrada).
- Poda de brotes apicales nuevos: perfecta para estimular el crecimiento de las ramas más bajas e inferiores de la planta.
Cuando quieres un seto bonito, la paciencia es fundamental. Durante el primer año de vida de la planta, el crecimiento suele estar en las raíces, por lo que, aunque no lo veamos a simple vista, nuestro seto sí que está crecimiento.
Ten paciencia y seguro que verás tus esfuerzos recompensados.
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