Rosa de Jericó, la planta con capacidad de resurrección

¿Qué es la Rosa de Jericó?

Originaria de los desiertos de Arabia y de las áreas bañadas por el Mar Rojo, la Rosa de Jericó se caracteriza por ser un helecho de gran resistencia a la desecación. Es capaz de secarse por completo y volver a resurgir cuando entra en contacto con el agua.

Sí, has leído bien.

Se podría decir que la Anastatica hierochuntica tiene la capacidad de revivir una vez seca. Cuando se encuentra en un clima podo favorable, sus hojas y sus flores comienzan a caerse, las raíces se desatan de la tierra y las partes secas se encojen y doblan formando una especie de “pelota”. Además de revivir, también se desplazan kilómetros con la ayuda del viento.

Resistente y viajera, así es la Rosa de Jericó.

Las curiosidades de la planta

La Rosa de Jericó siempre ha contado con una gran carga simbólica.

Desde tiempos remotos, este pequeño helecho se usaba como elemento adivinador del clima y la verdad, no es nada descabellado. Al tratarse de un ser vegetal que según la humedad cambia de forma, la Rosa de Jericó permitía al chamán pronosticar con exactitud el tiempo que fuese a hacer en un futuro Próximo.

Si la planta se secaba y se cerraba, significaba que el tiempo sería seco. Por el contrario, si comenzaba a abrirse y volverse verde, la lluvia era inminente.

Y las creencias no acaban aquí.

En el pasado (y no tanto) se consideraba sacra y mágica. Durante años se ha creído que la Rosa de Jericó absorbía las energías negativas del lugar y las transformaba en positivas.

¿Cómo se cultiva la Rosa de Jericó?

La Rosa de Jericó es una especie perfecta para la gente novata en jardinería. Dado que su cultivo es muy sencillo, los requerimientos para conseguir que se asiente en la tierra y crezca no serán tan numerosos como con otras especies que hemos analizado anteriormente.

Pero ojo, para cultivar esta planta no hay que hacer simplemente un agujero. La Anastatica hierochuntica también tiene necesidades que, si se cubren, se logrará un desarrollo saludable.

El clima y la ubicación

En cuanto al clima y las temperaturas, la Rosa de Jericó no es especialmente exigente. Aunque se adapta a casi cualquier ambiente, los climas extremos y las temperaturas demasiado fuertes pueden afectar negativamente al desarrollo de la planta.

Por ello, la ubicación es tan importante.

Durante las primeras etapas de crecimiento, se recomienda ubicarla en zonas en las que se encuentre protegidas de los vientos, el exceso de calor/frío y las lluvias. Además, una prolongada exposición a los rayos del sol puede tener como consecuencia la sequedad temprana.

Si quieres que se mantenga verde, proporciónale la humedad que necesita.

La luz

Dado que la Rosa de Jericó proviene de los desiertos de Arabia, se puede poner a pleno sol sin que ello afecta al desarrollo de la planta.

En este caso, tus preferencias juegan un papel importante. Si lo que quieres es que tenga un aspecto saludable y verde, no debes exponerla a pleno sol pues la estarías privando de una gran cantidad de humedad.

El riego

La Rosa de Jericó debe mantenerse húmeda para mantenerse verde, por tanto, los riegos deben adecuarse a ello.

Se recomienda echarle agua cuando el terreno esté totalmente seco, pues un exceso de riegos puede tener consecuencias graves (se puede llegar a secar).

El suelo

Otro factor por el que no debes preocuparte demasiado es por el tipo de sustrato. La Rosa de Jericó es capaz de crecer en un terreno arcilloso, arenoso, ácido e incluso en tierra con bajo contenido de pH.

Tiene la capacidad de adaptarse a casi cualquier sustrato, por lo que no te dará dolores de cabeza. Sin embargo, como todas las plantas, va a preferir antes una tierra que otra. Para que crezca con mayor vigor, lo mejor es sembrarla en terrenos ricos en nutrientes y con abono natural.

El abonado

Se puede abonar una vez al mes para estimular el desarrollo y lo mejor es emplear aportes orgánicos como por ejemplo el compost. Aunque no es estrictamente necesario, si la abonas estarás estimulando su crecimiento.

Hazlo en primavera.

Y hasta aquí nuestro artículo de hoy. Esperamos que la Rosa de Jericó te haya resultado tan interesante como nosotros, pues no todos los días se puede ver una planta con la “capacidad de resurrección”.

¡Nos vemos en la próxima entrega!