¿Cómo hacer jardinería ecológica?

En qué consiste la jardinería ecológica

Es la que utiliza los medios propios de la naturaleza para crear un jardín sostenible. Es decir:

• Los árboles, los arbustos, las plantas y las flores nacen, crecen y viven sanamente.
• No se emplean elementos químicos ni dañinos para el medioambiente. Luego el uso de fungicidas, herbicidas, fertilizantes artificiales o insecticidas desaparece.

¿Sabías que esos elementos químicos se filtran por la tierra y acaban alojados en las aguas subterráneas? En esta jardinería solo se utilizan recursos naturales para cuidar nuestra salud y la del planeta.

Ciertamente, un jardín ecológico es un espacio de vida que mejora la existencia y genera oxígeno, alimento y belleza natural. Especialmente, cuando se crea y gestiona con criterios sostenibles.

A modo de resumen, estos son los cuatro fundamentos que identifican a los jardines sostenibles:

• Se sustentan con medios y recursos naturales.
• Prescinden de la química.
• Buscan el equilibrio ecológico.
• Resultan más baratos y requieren menos dedicación de tiempo y esfuerzo.

Principios y referencias para una jardinería sostenible

¿Cuáles son los conceptos y los criterios con los que debes familiarizarte para tener un jardín sostenible? Toma nota y no dudes en adoptar esta filosofía verde, aunque sea solo parcialmente:

• Planta especies autóctonas. Se adaptan mejor al terreno, el clima y los animales locales.
• Emplea abonos naturales. Elimina los químicos de tu equipo de jardinería y utiliza alternativas no contaminantes, como el compost, el humus de lombriz o el estiércol. Por cierto, con tres cáscaras de plátano, un litro de agua y una cucharada de azúcar obtendrás un estupendo abono. Hiérvelos durante un cuarto de hora; después, solo tienes que filtrar el resultado y diluirlo en agua antes de aplicarlo.
• Crea otros abonos, fungicidas e insecticidas con los restos de césped, podas y productos de la huerta.
• Aprovecha la labor de animales como los ciempiés y las mariquitas. Cuando plantas especies que los atraen, su presencia te ayuda a controlar las plagas.
• Incluye plantas aromáticas y resistentes a las plagas más frecuentes en la zona.
• Configura depósitos de almacenamiento para regar y llénalos con el agua de la lluvia, siempre que sea posible.
• Distribuye las plantas con criterios estratégicos: las que más agua precisan, en el perímetro exterior.
• Practica la austeridad en el riego. Acostumbra a lo plantado a vivir con poca agua.
• Fomenta la fauna silvestre. Instala nidos y bebederos para pájaros, porque siempre traen vida.
• Persevera y fórmate. Las buenas prácticas siempre empiezan por uno mismo, aunque puedes cometer errores si te despistas.

¿Cómo tener un jardín sostenible?

Si estás interesado en la jardinería ecológica, solo depende de ti poner manos a la obra. Antes de lo que supones, si te decides, te sentirás orgulloso de tu jardín sostenible.

Llegados a este punto, te vamos a dar cinco consejos adicionales a los criterios, principios y técnicas que hemos comentado. Son el punto de partida para esas buenas prácticas jardineras con las que triunfarás.

Si no puedes implementarlos todos, no pasa nada: cualquiera de ellos, por sí solo, ya supone un gran paso hacia la sostenibilidad.

1. Ahorra agua

Elegir un sistema de riego eficiente es una cuestión capital para la jardinería sostenible. Además de utilizar el agua de lluvia, debes optimizar su aprovechamiento. Lo mejor es copiar los patrones de la naturaleza al crear y distribuir tu jardín.

2. Evita el césped

El consumo de agua de esta especie es enorme: más de 10 litros por día y metro cuadrado. ¿De verdad quieres un espacio verde sostenible? Reemplázalo por otras alternativas naturales como la oreja de ratón, las festucas, el trébol enano o el musgo.

3. Aprende a hacer compostaje

Reciclar la propia basura orgánica y convertirla en alimento, sustrato y protección para tu jardín es una gran idea. Se considera compost cualquier material orgánico que ayude a las plantas a crecer cuando lo echas al suelo. Como es realizado por hongos, bacterias y gusanos de forma aeróbica, no produce olor. ¡La tierra es mucho más fértil si lo aplicas!

4. Crea jardines comestibles y bebibles

Son de los que obtienes alimentos —verduras, hortalizas, legumbres y frutas— que ingieres en tu casa. Además, también te proporcionan infusiones y productos con los que hacer zumos. Indirectamente, estás evitando los gastos de energía, transporte y producción derivados de su compra en las tiendas.

5. Elige tus equipos con criterio

Aplica fundamentos de sostenibilidad al comprar tus equipos. Así, es mejor comprar cortacéspedes a batería que cortacéspedes de gasolina. Además, la calidad de Husqvarna asegura productos excelentes con una durabilidad mayor. No dudes en escoger la maquinaria de nuestro catálogo. ¡Es otro factor capital para el cuidado medioambiental!

Sin duda, la jardinería ecológica es más que una tendencia: ha llegado para quedarse. Aunque no aspires a tener jardines cien por cien sostenibles, sus principios siempre son bienvenidos.