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Hoy volvemos con una nueva ficha de plantas en la que nos centraremos en el Ficus carica. Puede que por este nombre no te suene de nada, pero si te decimos “higuera” la cosa ya cambia.
Este pequeño árbol (arbusto) se distribuye por las regiones mediterráneas. Estas zonas cuentan con el clima perfecto para su cultivo y desarrollo. Se trata de una especie resistente y de gran facilidad de cultivo.
Destaca por la producción de frutos.
Por lo que mejor se conoce a la higuera es por sus frutos, los higos. Éstos cuentan con numerosas propiedades para la salud y son muy populares en el consumo humano.
¿Empezamos?
Nombre científico: Ficus carica
Nombre común: Higuera
Clase: Magnoliopsida
Orden: Urticales
Familia: Moraceae
Género: Ficus
Origen: Arbusto originario de Asia.
Distribución: Actualmente, gracias a la facilidad de cultivo y de multiplicación, se puede ver en zonas mediterráneas como el sur de Europa y el norte de África, y en regiones del centro occidental asiático. Es una especie rústica y típica de secano, por lo que es perfecta para el cultivo extensivo.
El Ficus carica, o como lo conocemos los “mortales” la higuera, es una especie vegetal perteneciente a la familia Moraceae y del género Ficus. Y ahora la pregunta importante es ¿qué es?
Pues bien, se trata de un árbol de porte pequeño por lo que se suele considerar un arbusto. Puede llegar a medir, como máximo y de forma excepcional los 10 metros, siendo lo habitual unos 4.
Su tronco es tortuoso, liso, de color gris ceniza y su madera es blanda.
El Ficus carica cuenta con un sistema radicular muy desarrollado. Crece de forma espontánea en terrenos rocosos y algunos de sus brotes pueden llegar a desarrollarse cerca de los muros. Ambos aspectos hacen que el crecimiento de este árbol sea muy temido, pues puede causar daños en las construcciones que se encuentren a su alrededor.
¿Y sus hojas?
Son de gran tamaño (miden unos 25 centímetros de largo), lobuladas y se presentan de forma alterna y unidas a las ramas por un largo pecíolo. La higuera es caduca pues su follaje se cae durante determinadas épocas del año (los periodos de seca).
Pero por lo que mejor se conoce al Ficus carica es por las flores que se encuentran dentro de un receptáculo y que más tarde se convierten en el fruto, que no es otro que el higo.
Éste, que en realidad es un falso fruto (pues es una inflorescencia) tiene una consistencia blanda, forma redondeada, ovalada o de pera, y una base achatada. Es de color verde, negro o morado, según la especie de higuera que sea.
El Ficus carica se reproduce por esquejes y es perfecto para cultivar como bonsái.
Como bien sabrás, los higos son ideales como fruto fresco de temporada. Lo que quizás ya no sepas es que, tradicionalmente y desde hace cientos de años, se han sometido a la técnica de secado para así poder consumirlo en el tiempo y en las épocas de escasez.
Asimismo, los higos también tienen aplicaciones medicinales importantes.
Como muchos otros frutos, son muy beneficiosos para la salud y esto se debe a los componentes químicos recogidos en la tabla anterior.
Uno de sus propiedades más importantes es la del aporte extra de energía.
Dado que son muy ricos en hidratos de carbono (elemento que el organismo transforma en glucosa), los higos son ideales y muy saludables para las embarazadas, los niños o las personas con un desgaste físico o intelectual importante. Además, son perfectos para los deportistas que necesiten reponer los depósitos de glucógeno que han agotado.
Los higos se digieren muy bien y actúan como suavizantes de la mucosa del tracto intestinal. La fibra incluida en su composición es la razón principal para considerarlos frutas laxantes. Asimos, esta fibra ayuda a las personas a sentirse saciadas, de ahí que se use como adelgazante natural.
Son perfectos para suavizar la irritación de garganta.
Las sustancias antioxidantes (como la provitamina A) reducen el riego de enfermedades cardiovasculares o degenerativas debido a la capacidad que tienen para neutralizar la acción dañina de los radicales libres.
El Ficus carica es una especie resistente, poco exigente y no necesita grandes cuidados para crecer. Si no tienes experiencia en jardinería, no te preocupes, la higuera puede ser el árbol perfecto tanto para ti como para tu jardín.
Su facilidad de cultivo así lo garantiza.
Además de ser una especie vegetal de pocos requisitos en cuanto a su mantenimiento, el Ficus carica te permitirá disfrutar de su fruto, el higo, y de sus propiedades nutricionales y beneficiosas para la salud.
Este árbol se suele plantar en los meses de invierno, sobre todo en enero.
Germina muy bien tanto si se usa la multiplicación por semilla como si se hace por esquejes, pero esta última resulta ser una forma mucho más rápida. Asimismo, se puede cultivar en maceta, para decorar tu casa, o directamente plantarla en el jardín.
En cuanto a sus cuidados, debes tener en cuenta lo que se detalla a continuación.
El Ficus carica no necesita grandes dosis de riego.
Se recomienda regar cuando está en pleno desarrollo, así se conseguirá un crecimiento adecuado. Además, en épocas de sequía y calor, hay que proporcionarle más cantidad de agua.
No tolera los encharcamientos, por lo que no hay que excederse con los riegos. Mejor regar de menos que de más.
Es aconsejable plantarlo sobre suelo con abundante humus y bien drenados. Pero, si se busca que la cosecha sea de alta calidad, se debe sembrar en terrenos con un alto contenido en calcio.
El terreno debe tener un buen drenaje y no ser demasiado húmedo, pues la higuera es muy sensible a la podredumbre.
El Ficus carica se desarrolla correctamente en zonas en las que la hay una buena cantidad de luz, pero también lo hace en áreas con un poco de sombra.
Es resistente a las sequías y puede tolerar heladas, aunque no muy fuertes.
El mejor clima es el mediterráneo, de ahí la razón por la que habita en las regiones ubicadas a orillas de este mar. Estas áreas se caracterizan por contar con un invierno considerado “benigno” y con veranos calurosos.
Si habitas en una de estas zonas, tu higuera crecerá fuerte y saludable.
Como muchas especies vegetales, la higuera también se debe podar.
Dado que es un árbol muy ramificado y frondoso, se le puede dar una forma determinada llevando a cabo este proceso. En la actualidad, se multiplica principalmente por esquejes, por lo que no es raro que sea muy común encontrarlo en forma de bonsái.
También requiere una poda de mantenimiento que lo mantenga limpio y sin malas hierbas. Con esto se evitará la aparición de algunas de las enfermedades y pestes que se analizarán a continuación.
El Ficus carica, tal y como se ha mencionado anteriormente, es un arbusto resistente que puede llegar a soportar sequías, heladas e incluso alguna enfermedad o plaga.
Pero no es invencible.
La higuera también puede verse sometida a diferentes enfermedades y pestes que pueden afectar a su correcto desarrollo.
Es la plaga más frecuente.
Este tipo de insectos afectan a los brotes, a las hojas e incluso puede causar estragos en los frutos. La presencia de esta peste favorece el desarrollo de los hongos causantes de “negrilla”. Estos organismos segregan una sustancia sobre la superficie de la planta.
¿La solución?
Usar tratamientos fertilizantes especializados en la cochinilla o recurrir a los parásitos que son enemigos naturales y que se encargan de luchar contra ella.
El Hypoborus ficus es el barrenillo específico del Ficus carica.
Sus efectos son importantes si el arbusto no está bien cuidado. Se desarrolla en los árboles débiles o en mal estado. Su ataque provoca que la higuera termine por desmoronarse y morir.
Las larvas de este parásito se desarrollan sobre los frutos, y consiguen que el higo no pueda destinarse al consumo humano. Para controlar su aparición se pueden utilizar mosqueros con cebo o tratar a la higuera con proteínas especiales.
La podredumbre de las raíces es una de las enfermedades que deriva de un mal cultivo.
Si el suelo no está bien drenado y se encuentra encharcado de agua, las raíces pueden pudrirse. Por ello, es importante tener el terreno en las mejores condiciones, en cuanto a drenaje y humedad.
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