Comenzamos la semana con un nuevo post que seguro te gustará. Hoy, nuestro protagonista será un árbol que, aunque es muy pequeño, tiene un gran potencial.
Ficus ginseng. Esta especie, conocida científicamente como ficus microcarpa, destaca por su tamaño y sus raíces aéreas. En este artículo te enseñaremos cómo se plantan y qué cuidados necesita.
Ficus proviene del latín “higo”, de ahí que el Ficus ginseng se encuentre dentro de la familia de la higuera. El otro término, “ginseng”, proviene del término japonés “ninjin” el cual se traduce como “zanahoria”.
Y ahora te preguntarás, ¿zanahoria?
Si, así es. El ficus ginseng, al igual que las zanahorias, presenta raíces napiformes o, dicho de otra forma, se parecen a un nabo y se engrosan debido a la acumulación de sustancias.
¿Empezamos?
Almacenan nutrientes y líquidos.
Pero si por algo destacan estas raíces es porque se encuentran en la superficies. El ficus ginseng cuenta con raíces aéreas, de ahí su apariencia tan bonita.
Puede alcanzar un metro de altura, aunque lo habitual es cultivarlo como bonsái. Tiene un crecimiento lento y, como media general, se debe replantar cada año y medio.
Es una planta perenne con hojas verdes intensas y brillantes.
El ficus ginseng es un árbol ornamental comúnmente utilizado en jardines urbanos y decoración interior.
El ficus ginseng, como todas las plantas analizadas en nuestro blog, necesitará ciertos cuidados para desarrollarse correctamente.
El ficus ginseng se puede plantar directamente en la tierra del jardín o hacerlo en interior, usando para ello una maceta.
La tierra debe estar moderadamente húmeda, por eso, en verano el riego debe ser constante (2 veces por semana).
Es recomendable pulverizar las hojas del ficus ginseng para mantenerlas verdes y vistosas. Lo mejor es pulverizar, aunque también se puede optar por desintegrar agua en la copa (de forma que sus hojas queden bien empapadas y añadiendo menos agua en la base).
Evita que la base de la raíces aéreas se encuentre húmeda, pues podrían aparecer plagas o podredumbre.
Se debe realizar entre finales de primavera o a mediados del verano. Aunque en invierno se puede realizar alguna poda para evitar propagación de alguna plaga.
Cuando se realiza, el ficus ginseng suelta una sustancia que es un cicatrizante natural que ayuda en la recuperación tras este proceso.
El abono se debe hacer con cierta frecuencia, al menos una vez al mes desde el inicio de la primavera hasta la llegada del otoño.
Se recomienda utilizar abono universal u orgánico.
Si la tierra es fértil no es necesario mejorar su condición con el compuesto, pero si no es fértil sí es recomendable llenar el hoyo donde vayamos a plantar con sustrato.
Lo mejor es aplicar un abono para plantas verdes para ayudar a crecer con vigor.
El trasplante es igual que la creación de un bonsái. Si no sabes hacerlo, puedes consultar uno de nuestros artículos anteriores.
¿Cómo se hace?
Para realizar el trasplante en el contenedor que seleccionemos debemos seguir estos pasos:
El trasplante debe hacerse todos los años (1 vez) en arboles jóvenes y cada par de años en los más adultos. Es recomendable trasplantar de vez en cuando para asegurar que el sustrato donde se encuentre es nutritivo.
Las plagas suelen crearse en las raíces aéreas cuando están demasiado encharcadas. Las dos mas comunes en ficus son cochinillas y nematodos:
Y hasta aquí el artículo de hoy.
Esperamos que te fuera de gran utilidad para conocer un poco más estos pequeños árboles que puedan decorar tu hogar.
¡Nos vemos en la próxima entrega!
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