¡Nueva ficha del blog! Esta vez, nuestra nueva protagonista es la Zamioculca.
Si te gusta la jardinería y la decoración de interiores, quizás ya lo conozcas todo sobre esta planta, pero si no es así, te recomendamos seguir leyendo.
La Zamioculca, cuya única especie es la Zamioculca zamiifolia, es una planta tropical originaria de África. En los últimos años ha ido ganando popularidad gracias a su característico aspecto y a su amplio número de propiedades.
Destacan sus hojas verdes brillantes.
No hay que ser un experto jardinero para plantar y cuidar esta planta. Por tanto, si eres un “novato” en temas de jardinería, no te preocupes, pues la Zamioculca es extremadamente resistente y poco exigente en cuanto a cultivo se refiere. Pero, pese a ello, y como toda especie vegetal, su siembra requiere de unas condiciones especiales para que su desarrollo sea óptimo. ¡No todo iba ser coser y cantar!
En este nuevo artículo, analizaremos las características y propiedades de esta especie, así como los cuidados y requisitos de su cultivo. Además, dado que la Zamioculca se reproduce de diferentes formas, detallaremos y explicaremos las dos más comunes, así podrás cultivarla sin ningún tipo de problema.
Empecemos entonces.
Reino: Plantae
Nombre científico: Zamioculca zamiifolia
Nombre común: Zamioculca
Clase: Liliopsida
Orden: Alismatales
Familia: Araceae
Origen: La Zamioculca zamiifolia es una planta tropical cuyo hábitat original se localiza en las regiones meridionales de África. Entre estas áreas destacan Kenia, Tanzania o Sudáfrica. En su hábitat natural, esta especie vegetal puede alcanzar más de 1 metro de altura.
La Zamioculca es una planta de hoja perenne que destaca por su aspecto y su resistencia. Este tipo de especie es perfecta para aquellas personas que no tienen mucho tiempo para dedicar a su cuidado, o para los que non son muy dados para la jardinería.
Se puede decir que la Zamioculca soporta los “horrores” del cultivo.
Los ejemplares de esta clase pueden crecer hasta alcanzar los 70 cm de altura, y tal y como se ha mencionado anteriormente, logra el metro de longitud cuando se encuentra en su hábitat natural. La Zamioculca se desarrolla lentamente a partir de un rizoma subterráneo cuyas raíces son gruesas. Las hojas de esta planta están compuestas por un tallo grueso y folíolos redondos de color verde oscuro y muy brillantes. Además, son pinnadas, carnosas y lanceoladas (forma de punta de lanza).
Las hojas, junto con las raíces, actúan como órganos de reserva de agua.
Las flores se desarrollan en una pequeña inflorescencia de color amarillo brillante tirando a bronce, de aproximadamente 5 cm. La floración se produce durante mediados del verano y hasta comienzos del invierno. Éstas, carecen de interés ornamental y raramente crecen en zonas interiores. El fruto es blanco y mide aproximadamente 12 mm de diámetro.
¿Por qué tanta popularidad? Muy fácil, por la belleza de sus hojas.
La Zamioculca zamiifolia no es una planta autofértil, o dicho de otra manera, necesita que los insectos lleven a cabo la polinización. Además, debes saber que aunque sus hojas son tóxicas sí tienen un uso medicinal tradicional.
Es ideal para su desarrollo en interior, pues como veremos más adelante, no tolera ni el frío exterior, ni la sombra.
La Zamioculca zamiifolia es una de plantas más resistentes y poco exigentes del mundo vegetal. Este echo no hace que esta especie esté exenta de necesitar ciertos cuidados básicos.
Su cultivo es muy fácil y suele crecer en buenas condiciones en cualquier zona interior. Sin embargo, requiere de unas temperaturas mínimas de 15ºC, pues como ya hemos mencionado, es una planta tropical. En cuando a la luz del sol, la Zamioculca crece tanto en espacios bien iluminados como en zonas que están más a la sombra.
Y para potenciar un correcto desarrollo, lo mejor es que no reciba luz directa del sol.
Como todas las plantas, la Zamioculca zamiifolia necesita unos cuidados que se pueden considerar como indispensables para que crezca en buenas condiciones. Hay determinadas tareas que se deben llevar a cabo para lograr un cultivo perfecto. Entre todas, destacamos por ejemplo las actividades de riego, el abono o la multiplicación.
El riego de la Zamioculca es una de los aspectos más importantes. La cantidad de agua que se le puede dar dependerá de la luz que recibe. Si la planta está ubicada en una zona muy luminosa, se recomienda regarla de forma generosa sobre todo en las épocas del año de más calor, es decir, en primavera y en verano. Sin embargo, si la especie está en un espacio con más sombra, los riegos deben reducirse.
Es mejor regar de menos que de más, pues no tolera el encharcamiento.
Esta planta sobrevive en ambientes relativamente secos. Por tanto, no requiere que se pulvericen sus hojas.
Esta planta se adapta de forma correcta a cualquier tipo de suelo, siendo los ligeros, suaves y bien drenados sus preferidos. Además, si la tierra tiene humus, muchísimo mejor.
El trasplante de la Zamioculca se realiza una vez que la planta ha crecido demasiado y su maceta se queda pequeña. Esta operación se debe llevar a cabo durante la primavera.
El cambio de recipiente se recomienda hacerlo cada 2 o 3 años.
¿Y cómo se hace? Se saca la tierra del recipiente, se separan los tubérculos con un cuchillo bien afilado, se vuelve a colocar tierra y finalmente se riega moderadamente. Además, hay que colocar la planta en sombra parcial para promover su recuperación.
A partir de primavera y sobre todo en verano, se debe abonar la planta una vez al mes. Para ello se diluye en el agua de riego un buen abono, teniendo en cuenta lo indicado en las instrucciones del fertilizante.
Éste, debe contener macroelementos (como el nitrógeno, el fósforo y el potasio) y microelementos (magnesio, manganeso, hierro, cobre, boro, molibdeno y zinc). Ambos tipos de elementos son importantes en el desarrollo de la planta.
Para llevar a cabo esta operación, se debe retirar aquel follaje que tenga un aspecto amarillento, ennegrecido o que esté seco. El objetivo será mantener el aspecto atractivo y vivaz de la planta. También se requiere cortar las ramas secas y las que interfieran con la forma de la planta en la base.
Cabe señalar que los utensilios que se usen, deben estar totalmente limpios y desinfectados para así evitar infectar los tejidos y las partes tratadas.
Lo que debes recordar a la hora de plantar una Zamioculca es lo siguiente:
– Es una especie tropical, por lo que los cuidados estarán asociados a ello.
– No tolera los encharcamientos. Mejor regar de menos que de más.
– Se adapta a cualquier suelo pero prefiere los bien drenados, ligeros y suaves.
– Se debe trasplantar cuando la maceta se le ha quedado muy pequeña.
– Abonarla una vez al mes.
– Podar las partes que tengan un mal aspecto.
Si tienes en cuenta cada uno de los puntos que se han detallado, podrás conseguir una Zamioculca zamiifolia casi perfecta. Recuerda, la perfección no existe, por lo que podrás encontrarte con ciertos problemas en la cosecha de la planta (plagas y enfermedades).
La Zamioculca se puede reproducir de diferentes formas, siendo todos ellas bastante lentas. Para un desarrollo más rápido se lleva a cabo la multiplicación a través de bulbos. También es bastante popular la que se realiza por esqueje foliar.
Aunque la propagación de la Zamioculca se puede llegar a conseguir gracias a varias técnicas, es mejor adquirir la planta ya formada en cualquiera de los centros de jardinería que tengas cerca.
Sin embargo, y pese a este consejo, te enseñaremos y explicaremos esas dos formas de reproducción.
La multiplicación a través de bulbos
Las macetas de las Zamioculcas contienen numerosos bulbos. Estos, pueden ser retirados de forma delicada para luego colocarlos en recipientes individuales.
A menudo se depositan 3 bulbos en cada maceta.
Para evitar cualquier tipo de daño a la planta, se recomienda no usar palas, cuchillos o otras herramientas metálicas que puedan herir de alguna forma estos bulbos. ¡Te toca mancharte las manos!
La multiplicación por esqueje foliar
La multiplicación de la Zamioculca usando el método de esquejes, tendrá éxito cuando se use una mezcla de arena, corteza y perlita con buen drenaje. Para la subdivisión de la planta usando esta técnica, se deben retirar las hojas con todo el pecíolo en otoño. Luego se entierran en posición vertical en ese compuesto especial.
Regar regularmente de forma que el terreno siempre se mantenga húmedo.
En los recipientes en los que se han depositado los esquejes, nacerán los bulbos que más tarde reproducirán nuevas Zamioculcas.
Si no sabes como se hace una propagación mediante esquejes, te recomendamos que leas uno de nuestros artículos anteriores, pues en él explicamos este proceso.
La Zamioculca es una planta resistente y poco exigente en cuanto a los cuidados se refiere. Esto, hace que sea muy raro que la especie se vea afectada por el ataque de algunas plagas o enfermedades.
Por ello, cuando la planta está enferma o tiene mal aspecto, la causa puede estar en una mala técnica de cultivo.
La cochinilla algodonosa es una de las pestes más frecuentes en cualquier huerto o jardín. Estos parásitos suelen atacar a las plantas débiles, de bajo vigor o con claros síntomas de estrés. Son insectos que succionan la savia y los jugos de las Zamioculcas. Sus efectos se pueden ver con tal solo echar un vistazo, pues la planta deja de florecer y las hojas cambian de color, volviéndose más amarillentas.
Asimismo, la cochinilla algodonosa puede producir la aparición del hongo negrilla (se alimenta de la planta hasta debilitarla por completo).
¿La solución? Para evitar esta plaga se deben aplicar de forma periódica abonos orgánicos y adecuar el riego a las necesidades de la planta.
¿Y qué se debe hacer cuando la cochinilla ya ha infectado la Zamioculca? Una vez que la plaga ya a causado estragos, lo primero que se debe hacer es aplicar un insecticida específico, pues es la solución más efectiva. Luego retirar las demás plantas que se encuentren alrededor de la infectada para así evitar un posible contagio.
La Zamioculca no tolera los encharcamientos de agua. Por ello, cuando se riega de forma excesiva, la planta comienza a sufrir los primeros problemas.
Sus hojas cambian de color, pasando del verde brillante al amarillo, llegando incluso a caerse. Lo que hace popular a la planta, se torna en una zona problemática.
Para evitar que la Zamioculca zamiifolia se quede sin brácteas o que directamente muera, se deben llevar a cabo las instrucciones y recomendaciones de riego analizadas en apartados anteriores. Deberás suministrar más cantidad de agua durante las estaciones del año más calurosas y reducen las cantidades durante la estación más fría (el invierno).
¿Y qué puedes usar para por ejemplo trasplantar tus zamioculcas o podarlas? Lo mejor es que emplees herramientas desinfectadas y especializadas en las tareas de jardinería que quieres desempeñar, de lo contrario, puedes dañar a tus plantas. A continuación te dejamos 2 paletas: una especializada en el trasplante y otra para tareas más generales de cuidado de plantas.
Si hay una herramienta estrella en cualquier tarea de jardinería, esa es la paleta de “jardinero”. Este pequeño utensilio se ha diseñado para facilitar en gran medida cualquier trabajo con plantas. Tiene una cuchilla ancha, es capaz de mover grandes cantidades de tierra y está fabricada en acero de alta calidad.
Al igual que la anterior, esta paleta tiene como objetivo facilitar el cuidado de las zamioculcas. En este caso, es la herramienta perfecta para llevar a cabo el trasplante de cualquier especie vegetal. Incorpora un mango de plástico de agarre ergonómico, una cuchilla larga y ancha y un agujero en el mango que te permite colgarla del cinturón.
¡No te pierdas nuestras novedades y promociones!
Suscríbete a nuestra newsletter y no te pierdas nada sobre Husqvarna. Cubre el formulario y recibe información sobre promociones, novedades y ¡mucho más!