Estarás de acuerdo con nosotros en que los árboles frutales quizás sean las especies más cultivadas en cualquier jardín particular. Y como bien sabrás, esto se debe a los frutos que desarrollan (en su mayoría comestibles).
Pues bien, hoy volvemos con una ficha de plantas en la que detallaremos las características principales de uno de estos árboles, el kumquat o naranjo chino. Este arbusto perennifolio se emplea en la ornamentación de jardines, pero, sobre todo, se utiliza para tratar alguna enfermedad o afección.
¿Por qué? Porque sus frutos cuentan con propiedades saludables.
En este nuevo artículo del blog, analizaremos no sólo las características del árbol, también explicaremos cuáles son sus propiedades y para qué se usa. Además, explicaremos su cultivo, las tareas que se deben llevar a cabo para que se desarrolle adecuadamente y los problemas que puede sufrir.
¿Empezamos?
Nombre común: Kumquat, naranjo enano, naranjo chino
Nombre científico: Kumquat
Clase: Magnoliopsida
Orden: Sapindales
Familia: Rutaceae
Género: Fortunella
Origen: Género de árboles y arbustos frutales originario de China e introducidos en Europa en el siglo XIX.
Distribución: Dado su inclusión en Europa, actualmente estos árboles se cultivan en el sur de este continente. Además de en China, también hay plantaciones en algunas áreas de EEUU, Argentina, México y Brasil.
Kumquat es el nombre por el que se conocen a los árboles frutales del género Fortunella. Estas especies pertenecen a la misma familia de las rutáceas (cítricos).
Se trata de pequeños árboles o arbustos de follaje perennifolio y crecimiento lento. Pueden alcanzar varios metros de altura, pero en general miden aproximadamente 4-5 metros. Están densamente ramificados, sus ramas son angulosas, lisas y en muchas ocasiones, espinosas.
Sus hojas tienen forma de lanza.
Son perennes, es decir, se mantienen en el árbol durante todo el año, incluso en la época de seca (otoño e invierno). Presentan un ápice redondeado, una base cuneada y tienen un margen superior con dientes redondeados (crenulados).
Son de color verde brillante en el haz y de un tono más pálido en el envés.
Las flores de los kumquats son axilares y se pueden desarrollar de manera solitaria o en racimos (inflorescencias) de 1 a 4 flores. De color blanco, son flores flagrantes.
Pero, si por algo se conoce a estos árboles, es por su fruto.
Éste, es una baya carnosa con forma alargada y pequeño tamaño (suele medir entorno a los 4 cm). Está cubierto con una piel fina y aromática de color naranja. Su pulpa está segmentada y, además, es ligeramente ácida.
Se desarrollan a principios de otoño y maduran a finales de esta estación. Se les conoce comúnmente como naranjas chinas, naranjas enanas o directamente toman el nombre del árbol, kumquats.
El género Fortunella abarca una serie de variedades importantes y destacadas, pero, las clases de kumquat más comunes son las siguientes:
Como muchas otras especies que hemos analizado en este blog, el kumquat es un árbol con aplicaciones no sólo ornamentales, también medicinales. Sus propiedades lo convierten en la planta perfecta para ello y su fruto es la principal razón de esas cualidades.
Las naranjas chinas presentan la composición química (por cada 100 gramos) que se recoge en la siguiente tabla:
El kumquat es un árbol muy empleado en la ornamentación. Sus flores perfumadas y su precioso color naranja cuando desarrollo los frutos, lo convierten en una opción ideal para la decoración de jardines y espacios públicos.
Pero, el uso principal del kumquat radica en las aplicaciones medicinales.
Las naranjas chinas son un alimento útil para reforzar el sistema inmunológico y mantener nuestro cuerpo más depurado y libre de toxinas. Además, el ácido cítrico que aporta, ayuda a combatir los elevados niveles de ácido úrico.
Los beneficios que aportan las diferentes vitaminas, lo convierten en un fruto antioxidante. Su consumo es adecuado tanto para los adultos, deportistas y jóvenes, como para los niños y las personas mayores.
El kumquat es un árbol muy sencillo de cultivar por lo que no requiere tanto mantenimiento
ni tantos cuidados. Se trata de un arbusto de pequeño tamaño perfecto para plantar en macetas ubicadas en las zonas soleadas del jardín.
Debido a su lento crecimiento, necesitará tu ayuda para desarrollarse y lo que debes saber es lo siguiente:
Como ves, el kumquat no requiere muchas tareas de mantenimiento ni demasiados cuidaos. Con prestar atención a lo que hemos detallado, sería suficiente.
Y si te surge algún problema o tienes alguna duda, lo mejor será que acudas a un centro de jardinería para que te puedan ayudar.
Y llegamos a la parte más temida por cualquiera que tenga un jardín.
El kumquat es un árbol rústico, resistente y que no necesita grandes cuidados para desarrollarse. Pero pese a esto, no está exento de sufrir enfermedades, plagas o las consecuencias de un mal cultivo.
Hagas lo que hagas por tu árbol, en algún momento de su vida, tendrá algún problema. Pues bien, para que puedas enfrentarte a ello, no está de más que sepas lo siguiente:
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