Euphorbia, uno de los géneros más variado que existe.

Un género tan amplio como el de Euphorbia, no es de extrañar que las especies que lo conforman tengan formas, tamaños, colores y apariencias diferentes. De hecho, es uno de los géneros más diversos que existen en la actualidad.

Describir todas las especies sería una misión imposible, por ello, te enseñaremos cuáles son las características más habituales del género.

En cuanto al porte, debes saber que hay euphorbias arbóreas, arbustivas e incluso herbáceas. Según la procedencia, la estructura varía, es decir, en zonas templadas suelen tener porte herbáceo. En climas más cálidos crecen más robustas y con espinas.

¿Curioso verdad?

Lo mismo sucede con sus hojas y sus flores. Este género también es muy variado en cuanto a las flores que desarrollan sus especies. En este sentido, podrás encontrar plantas con flores rosadas y de pequeño tamaño, variedades con flores amarillas o plantas que no producen ninguna.

Pero, si hay algo común en todas ellas, es la estructura de la floración. Cada Euphorbia, sea la especie que sea, tendrá una única flor femenina (la principal) rodeada por un gran número de masculinas (secundarias).

La flor femenina genera un néctar que atrae a los polinizadores.

Otra de las curiosidades de este género tan especial, es su toxicidad. Algunas especies producen látex, una sustancia tóxica en mayor o menor medida según la planta que sea. Incluso hay variedades cuyo látex se usa como remedio medicinal (Euphorbia lathyris).

Las euphorbias son plantas bastante sencillas de mantener y de cuidar. Tan solo van a requerir ciertos “mimos” y un poco de paciencia de tu parte.

Cada una de las especies que conforman el género, tiene unas necesidades específicas, por ello, a continuación, te enseñaremos los cuidados básicos y generales de todas las variedades de Euphorbia.

Ten en cuenta:

• Ubicación: se pueden cultivar como elementos aislados en el jardín o en maceta dentro de casa. Son plantas que toleran ambas ubicaciones, la exterior y la interior. En este último caso, con “matices”, es decir, siempre y cuando se cumplan requisitos como el de la iluminación (te lo explicaremos a continuación).
• Luz: en cuanto a luz solar, la euphorbia puede ubicarse en áreas de sombra, semisombra o iluminadas, pero siempre evitando que los rayos incidan directamente en la planta durante mucho tiempo. Un exceso de sol puede tener consecuencias fatales, sobre todo en verano y en exterior. En el interior de casa, lo ideal es colocar la planta cerca de ventanas iluminadas.
• Sustrato: no es exigente en cuanto al tipo de sustrato que uses, pero sí hay algo que debes cumplir: drenaje. Como casi todas las plantas que hemos analizado en el blog, la euphorbia no tolera los excesos de agua, por lo que el sustrato que uses debe drenar bien el agua de lluvia y de riego. Para facilitar este drenaje, lo ideal es usar tierra mezclada con arena. Y si tienes dudas, te aconsejamos acudir a un centro especializado y allí te dirán que sustrato le conviene a tu especie.
• Riegos: regar moderadamente y esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar. En el caso de esta planta, es mejor regar de menos que de más. La euphorbia soporta mejor ciertos periodos de sequía que un exceso de agua.
• Abonado: no requiere abonados específicos, pero si le añades abono orgánico (como por ejemplo el compost) te lo agradecerá.
• Multiplicación: estas plantas se reproducen mejor mediante multiplicación por esquejes. Lleva a cabo este proceso a finales de primavera y recuerda que el látex que segregan es tóxico e irritante. Usa guantes. También puedes multiplicarlas por semillas.

Y, en cuanto a las enfermedades o plagas, las euphorbias son susceptibles de sufrir el ataque de la mosca blanca o los hongos derivados del exceso de agua.