Empezamos un nuevo mes con una ficha de plantas, y esta vez las protagonistas absolutas serán las enredaderas.
De estas plantas trepadoras se ha hablado brevemente en algún artículo anterior del blog, pero será en este nuevo post en el que las analizaremos en profundidad.
De uso principalmente ornamental, estas plantas han servido como inspiración para la decoración de jardines, terrazas o espacios verdes desde hace muchos años. Por ello, si estás buscando llenar de vida y de color una zona de casa sosa y aburrida, te recomendamos que sigas leyendo.
A continuación podrás encontrar las características básicas de una enredadera. Asimismo, ofreceremos una breve lista de las variedades más comunes e interesantes en la que incluiremos las peculiaridades de cada una de ellas y los cuidados que necesitan.
Entremos en materia.
Antes de analizar las variedades de enredaderas más comunes, no está de más definir qué son este tipo de plantas y cuáles son sus características principales.
Las enredaderas son plantas trepadoras que se caracterizan por presentar un tallo largo y voluble. Éste tiene la misión principal de “enredarse” y trepar por diferentes superficies, ya sean postes, paredes o pérgolas.
En definitiva, es una planta que necesita una guía para trepar.
Las enredaderas se pueden clasificar según diferentes factores. Por ejemplo, pueden ser de crecimiento lento o rápido, se le pueden caer las hojas o no (caducas o perennes), pueden tener o no flores y el tallo puede ser herbáceo (delgado) o leñoso (ejes perennes con una corteza dura).
Existen numerosas variedades de enredaderas pero, todas tienen en común una cosa: desarrollan diferentes órganos para adherirse a las superficies, o dicho de otro modo, producen raíces adventicias, zarcillos o uncinos para poder trepar.
A continuación analizaremos algunas de estas variedades. En concreto, estudiaremos una especie de madreselva, de jazmín, de wisteria y de campanilla.
Tal y como se ha mencionado en el apartado anterior, existe una amplia variedad de enredaderas. Todas ellas presentan órganos para poder adherirse a las superficies, pero difieren unas de otras en aspectos como la floración, los cuidados o el crecimiento.
Veamos por tanto estas especies.
Nombre científico: Lonicera caprifolium
Nombre común: Madreselva
Clase: Magnoliopsida
Orden: Dipsacales
Familia: Caprifoliaceae
Género: Lonicera
Origen: La madreselva de los jardines es un arbusto trepador originario del sur de Europa.
Lonicera caprifolium, conocida popularmente como madreselva de los jardines, es una planta arbustiva y trepadora utilizada para la decoración de espacios verdes, paredes o muros.
Esta madreselva es reconocida por su gran resistencia.
Es un arbusto perenne (siempreverde) que puede llegar a alcanzar los 2 m de altura y los 6 m cuando es cultivada. Su tallo, robusto y rojizo, presenta una apariencia leñosa y sus hojas son de un color verde claro en el envés y más oscuro en en lado opuesto. Éstas se presentan de manera opuesta en las ramas y las que se encuentran en la parte superior de la planta forman una especie de copa.
Las flores de la madreselva tienen una forma acampanada, son aromáticas y sus colores varían (pueden ser blancas, amarillas o rosas). Se agrupan en la copa que forman las hojas. ¿Y su fruto? Es una baya anaranjada que se desarrolla en otoño.
Para que la madreselva de los jardines se desarrolle adecuadamente necesita unas condiciones de cultivo específicas. Es una enredadera resistente y poco exigente, sin embargo, no está exenta de ciertos cuidados.
Para que la Lonicera caprifolium crezca de manera óptima se debe cumplir lo siguiente:
– Ubicación: pese a que necesita mucha luz solar para crecer, la madreselva se debe proteger del sol directo. Prefiere las zonas de semisombra o los lugares en los que la luz llegue filtrada.
Recuerda que hay que colocarla cerca de una superficie o elemento por el que pueda trepar.
– Riego: se debe evitar el encharcamiento y hay que regarla regularmente. Tolera mejor la sequía que un suelo húmedo. Además, es importante mencionar que prefiere el agua de lluvia.
– Suelos: el suelo más adecuado es el que está compuesto por turba y tierra de brezo con una pequeña cantidad de perlita o arena de río.
– Poda: se recomienda podarla de manera ligera a principios del invierno para conseguir que la planta se desarrolle con más vigor durante la primavera.
Nombre científico: Jasminum officinale
Nombre común: Jazmín común, Jazmín morisco, Jazmín blanco, Jazminero.
Clase: Magnoliopsida
Orden: Lamiales
Familia: Oleaceae
Género: Jasminum
Origen: Esta planta trepadora es originaria de las regiones del Cáucaso, del norte de Irán, Afganistán, Pakistán, India, Himalaya y de China occidental. En la actualidad se cultiva en numerosos países.
El Jasminum officinale es un arbusto trepador, conocido como enredadera, que puede llegar a medir unos 6 metros de altura. Está muy ramificado y sus hojas se encuentran compuestas por hasta 9 folíolos con forma de punta de lanza y de color verde oscuro.
El jazmín florece en primavera y sus flores son blancas y perfumadas.
Debido a que se trata de una planta olorosa, el Jasminum officinale se utiliza en la elaboración de perfumes y como aromatizante en infusiones y tés.
Veamos ahora qué condiciones de cultivo y cuidados requieren los jazmines.
Como cabe esperar, para que esta enredadera se desarrolle adecuadamente, se deben cumplir una serie de factores o aspectos.
Los cuidados del Jasminum officinale son los siguientes:
– Ubicación: esta especie trepadora debe situarse en un lugar soleado y protegido del frío intenso.
– Suelo: el terreno debe ser ligero y estar bien drenado para evitar los encharcamientos de agua. Éste, se debe abonar con productos orgánicos (estiércol) durante el invierno y con abono líquido durante el verano (aproximadamente cada 15 días).
– Riego: en cuanto a los riegos, el jazmín es muy sensible al exceso de humedad y a los encharcamientos, por lo que hay que tener especial cuidado en la cantidad de agua que se le suministra. Los riegos van a depender de los factores mencionados anteriormente, es decir, de la ubicación en la que esté plantada o del tipo de suelo que sea.
– Luz: el Jasminum Officinale puede crecer de manera óptima en lugares de semisombra y también en aquellos bañados por la luz solar directa.
Nombre científico: Wisteria sinensis
Nombre común: Glicinia, Glicina, Flor de pluma.
Clase: Magnoliopsida
Orden: Fabales
Familia: Fabaceae
Género: Wisteria
Origen: Enredadera originaria de China y Japón.
La Wisteria sinensis, más conocida como glicina, es un arbusto trepador que alcanza grandes dimensiones (puede llegar a medir unos 15 o 20 metros). Esta enredadera desarrolla unos zarcillos para poder adherirse a las superficies, pero no crece sola, es decir, necesita de guías para poder trepar.
Normalmente se suele atar con alambres al elemento por el que se quiere que ascienda.
La glicinia dispone de unas hojas caducas (las pierde durante el otoño), compuestas por hasta 13 folíolos de color verde oscuro. Sus flores desprenden olor y suelen ser de color azul-violáceo. La floración aparece a principios de primavera.
¿Y cómo son sus frutos? Pues bien, son legumbres achatadas, de color pardo y con una longitud de aproximadamente 10 cm. Sus semillas y sus vainas son muy venenosas, por lo que el consumo humano no está recomendado.
Como toda especie vegetal, la Wisteria sinensis requiere de unos cuidados y unas condiciones de cultivo específicas para desarrollarse adecuadamente. Para que su crecimiento se lleve a cabo sin ningún tipo de problema, se debe cumplir lo siguiente:
– Luz: en cuanto a la luz solar, cabe señalar que la glicinia necesita sol directo para sobrevivir y desarrollarse de forma óptima.
– Es una planta de clima templado que resiste las heladas.
– Suelos: prefiere los suelos arcillosos, fértiles y que retengan bien la humedad. Asimismo, se debe plantar en terrenos profundos, ya que crece de manera abundante y sus raíces suelen ramificarse mucho.
– Riegos: la cantidad de agua suministrada debe aumentar a medida que nos adentramos en las temporadas de más calor, es decir, durante la primavera y el verano. No tolera los encharcamientos de agua, por tanto, dejar secar el terreno entre riego y riego.
Nombre científico: Ipomoea purpurea
Nombre común: Ipomea, Don Diego de día, Campanilla morada, Campanillas, Yedra morada.
Clase: Magnoliopsida
Orden: Solanales
Familia: Convolvulaceae
Género: Ipomoea
Origen: Enredadera originaria de América. Esta planta trepadora es nativa de regiones como México y otras zonas ubicadas en Centroamérica.
La Ipomoea purpurea es una enredadera que, como todas las campanillas, se enreda sobre sí misma, formando estructuras. Esta planta trepadora puede llegar a medir unos 2 o 3 metros de altura y se usa principalmente como elemento decorativo de vallas y muros.
Presenta unos tallos muy finos y unas hojas en forma de corazón.
Pero lo que más caracteriza a la campanilla morada son sus flores. Éstas aparecen durante la primavera e incluso en pleno otoño, tienen forma de trompetilla y son de color púrpura y blanco. Durante el día se abren y cuando llegue la noche se cierran.
El fruto de la Ipomoea purpurea es una cápsula trivalvada. Las semillas son venenosas, pues contienen toxinas que, si se consumen, provocan una severa intoxicación.
El desarrollo de la campanilla morada va a depender de las condiciones de cultivo existentes. Unos cuidados adecuados se traducirán en una planta vigorosa y de bonitas flores:
– Luz: esta enredadera requiere una buena iluminación y por ello, se recomienda plantarla en zonas de pleno sol. Asimismo, puede crecer sin ningún problema en ubicaciones de semisombra.
– Suelo: en cuanto al suelo, la Ipomoea purpurea no es demasiado exigente. Sin embargo, se desarrolla con más vigor en los que están bien abonados, drenados, los que son frescos y los que disponen de una buena cantidad de materia orgánica.
– Abonado: el terreno se debe abonar a principios de primavera con una base de compost.
– Riego: la campanilla morada requiere de riegos frecuentes durante la primavera y durante el verano (las temporadas de temperaturas más elevadas). En estas épocas, la tierra debe estar húmeda.
Para llevar a cabo la poda de alguna de las enredaderas analizadas en este artículo, puedes emplear herramientas diseñadas para este fin. Hoy te recomendamos dos de ellas:
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