Volvemos una jornada más con un nuevo artículo en la que aprenderás todo sobre una de las especies arbóreas más distribuidas no sólo por España, si no también por el sur de Europa.
Nuestra protagonista de hoy será la encina.
Este árbol de porte medio-bajo ha conseguido adaptarse a las condiciones extremas del clima mediterráneo, de ahí que sea habitual encontrarlo en zonas bañadas por este mar.
Superviviente, resistente y muy longeva, así es esta especie.
Hoy aprenderás qué es la encina, cuáles son sus características más destacados, los usos más populares y las condiciones de cultivo que necesita para desarrollarse adecuadamente. Un post completo que seguro te ayudará a la hora de decantarte por este árbol para tu jardín.
¡Vamos con ello!
La encina, denominada científicamente como Quercus Ilex, es un árbol de porte medio (tirando a bajo) capaz de alcanzar los 25 metros de altura (siempre y cuando se den las condiciones adecuadas de cultivo).
Es una especie originaria de las regiones mediterráneas y una de las más distribuidas por todo el sur del continente europeo. Con el paso de los años, este árbol se ha adaptado a las condiciones extremas del clima mediterráneo y a todo tipo de suelos.
¡Es todo un superviviente!
La encina se caracteriza por tener una copa ancha que proyecta una gran sombra. Además, presenta un tronco fuerte y ancho, con corteza lisa y de color grisáceo cuando es joven, tornándose en oscura y agrietada con el paso del tiempo.
Es de follaje perenne.
Como bien sabrás, las especies con este tipo de follaje se caracterizan por estar siempre verdes durante todo el año, incluso en la época de seca.
Las hojas se mantienen en el árbol “casi” intactas durante aproximadamente 2-4 años, por lo que siempre tendremos un jardín lleno de vida.
Estas hojas son de color verde en el haz y más oscuro en el envés. Asimismo, tienen espinas en su contorno cuando las encinas aún son jóvenes lo que le confieren una apariencia muy similar a la de los acebos.
Y no sólo eso.
Sus hojas son duras y coriáceas, características que le permiten vivir en las regiones mediterráneas (altas temperaturas), pues reducen la evapotranspiración. Esto que se traduce en la retención del agua en la planta para sobrevivir al elevado calor.
Además, están recubiertas de una capa que ayuda a evitar esa evapotranspiración.
¿Cuándo florece la encina?
Entre los meses de marzo y mayo, podrás ver florecer a tu árbol. El Quercus ilex, como el resto de las especies que conforman este género, es monoico:
Pero si hay algo por lo que se cultivo la encina es por sus frutos, también conocida como bellota. Son oblongas y puntiagudas, miden unos 2 cm y se suelen presentar de manera solitaria o en grupos de 2-3.
Tal y como te adelantábamos anteriormente, las encinas tiene una copa muy ancha capaz de proyectar una gran sombra. Esta es una de las razones por las que se planta este árbol en el jardín.
Aunque tiene un uso ornamental, éste no es el más importante.
En la actualidad, el Quercus ilex se cultiva por sus frutos, es decir, sus bellotas. Éstas sirven como alimento para ganado y, además, resultan comestibles para los humanos.
La madera de encinas es dura y no se pudre, por lo que se suele emplear para fabricar piezas como carros, arados, herramientas, etc. Eso sí, es difícil de trabajar.
También tiene un gran poder calorífico.
¿Y la corteza? Esta parte del árbol tiene una gran cantidad de taninos, por lo que es muy apreciada para teñir cuero y otros materiales.
La encina es un árbol duro y resistente, capaz de sobrevivir durante largos periodos de sequía y bajo condiciones extremas. Dadas estas características, no es de extrañar que sus cuidados sean mínimos o que las condiciones de cultivo sean tan básicas.
Lo que debes saber respecto a la plantación de Quercus ilex es lo siguiente:
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