Crisantemos, las flores de gran simbolismo y sencillo cultivo
¿Puede una planta convertirse en el objetivo principal de toda una comunidad? La respuesta es un rotundo sí y el ejemplo claro lo tenemos en los crisantemos.
El crisantemo o Chrysanthemum es el género de flores más popular en otoño. Cargadas de significado cultural y un fuerte simbolismo, estas plantas se convierten en las protagonistas absolutas de esta estación del año. ¿Te suenan los cementerios decorados el 1 de Noviembre con flores de diversos colores? Pues estas plantas son los crisantemos.
Dada la importancia que adquieren y debido a la presión que se sufre por conseguir la flor perfecta, en muchas ocasiones nos envuelven las dudas respecto a aspectos y condiciones de cultivo.
En este artículo de jardinería vamos a enseñarte a precisamente eso, es decir, a cultivar estas plantas. Por tanto, si estás pensando en cultivar tus propias flores o si no sabes cómo se cuidan, te recomendamos que prestes atención a los consejos que te vamos a ofrecer en los próximos apartados.
¿Empezamos?
Crisantemos, el género de flores más popular en otoño
Antes de pasar a la “acción” y centrarnos en el cultivo y cuidados de los crisantemos, no está de más que conozcas las características y los usos de este género de plantas, pues, al fin y al cabo, influyen en los requisitos y las necesidades de mantenimiento de las plantaciones.
Los crisantemos son las plantas que constituyen el género denominado científicamente como Chrysanthemum.
Éste abarca un amplio número de variedades, siendo algunas de las más comunes y comercializadas las siguientes: Chrysanthemum morifolium, Chrysanthemum maximum, Chrysanthemum carinatum y el Chrysanthemum indicum.
El crisantemo es una hierba perenne que puede alcanzar el metro y medio de altura. Destaca por sus flores aromáticas y sus tallos erectos y frondosos.
Características de los crisantemos
Sus hojas son simples, alternas, de color verde-grisáceo, con un limbo lobulado y miden aproximadamente entorno a los 4-9 centímetros. Además, tal y como hemos mencionado anteriormente, estas hojas se mantienen verdes durante todo el año, incluso en la época de seca (el otoño).
Pero si hay algo que debe importante, es el momento de la floración del crisantemo.
Las primeras flores aparecen con la llegada del otoño. Son fragantes, pueden tener una o dos capas de pétalos -simples o dobles- y sus colores varían desde el clásico blanco hasta por ejemplo el rosa, el rojo e incluso la mezcla de algunos de ellos (bicolores).
El crisantemo es una planta bastante sencilla de mantener y muy resistente. Y no sólo eso, es una especie que llenará de vida los lugares más sombríos y las zonas del jardín más aburridas.
¿Para qué se usan los crisantemos?
Tal y como mencionábamos antes, el crisantemo se conoce principalmente por su uso ornamental.
A diferencia de lo que podamos pensar, no sólo se emplea para la decoración. En la actualidad también tiene aplicaciones culinarias y se puede usar como insecticida.
Los crisantemos son plantas que se adaptan muy bien al cultivo en invernaderos por lo que es posible tener flores durante todo el año.
Los “modernos” son más decorativos que los silvestres y la causa reside en las flores.
Permiten su plantación en macetas, de ahí que sean tan apreciados en la ornamentación de estancias interiores, así como de patios o balcones. Los crisantemos llenarán de vida y de color aquel lugar en el que los cultives.
Además, es una de las flores cortadas más usadas en la elaboración de ramos.
Las flores de algunas especies de Chrysantemum se utilizan como bebida ya que en algunos lugares de Asia, se hierven para crear el denominado “té de crisantemo”. Éste sirve como remedio para por ejemplo la gripe.
Asimismo, las hojas de algunos crisantemos se usan como verduras.
Las semillas de los crisantemos contienen un compuesto que se usa como insecticida. Estamos hablando de la piretrina.
La piretrina ataca al sistema nervioso de los insectos y en muchas ocasiones, los inhiben de picar. Una buena forma de evitar que te pique por ejemplo un mosquito es tener presenta un crisantemo.
No hay que irse muy lejos para darse cuenta de que los crisantemos no son meras plantas decorativas.
En España están muy asociados con la festividad del Día de Todos los Santos, pues en los cementerios del todo el país, el día 1 de noviembre (o incluso días antes) se depositan miles de ramos elaborados con estas plantas tan coloridas. Se trata, al fin y al cabo, de una ofrenda floral.
En otros lugares del mundo, como EEUU, la flor del Chrysanthemum se considera un símbolo de energía positiva. Para los chinos, son sinónimo de sabiduría, en otros países de honestindad y en Japón es la flor nacional.
Los cuidados del crisantemo
Adentrémonos ahora en los aspectos más complejos del crisantemo, sus cuidados.
Antes de que comiences a asustarte, debes saber que estas plantas son muy sencillas de cultivar, pues no requieren cuidados específicos o complejos. Son poco exigentes y además son muy resistentes. Si tienes en cuenta lo que vamos a detallar, estamos seguros de que no tendrás problema a la hora de plantarlos.
Plántalos en primavera, pues es a finales de verano (principios de otoño) cuando comenzarán a florecer. Si lo haces en esa época, el crisantemo estará lo suficientemente arraigado para resistir el paso del otoño y del invierno.
Ubicación, mejor con mucha luz solar
Como con todas las especies vegetales, los crisantemos deben plantarse en una zona concreta para desarrollarse en todo su esplendor.
Esta planta concreta permite su cultivo tanto en maceta como directamente en el jardín.
El único requisito es que debe recibir suficiente luz solar para crecer (si puede ser, mejor que sea de forma indirecta, así evitarás que se marchite o que sus hojas se quemen). Además, dado que se trata de una planta de exterior propiamente dicha, no tolera las corrientes de aire ni el excesivo calor.
El mejor lugar para plantarla son los balcones o las terrazas.
Riego, preferiblemente por la mañana
La cantidad de agua que se le suministre a los crisantemos también es muy importante, pues según esto, tu planta crecerá de una forma u otra.
Como consejo general, se recomienda regarlos solamente por la mañana antes de que salga el sol. No soporta los encharcamientos, por lo que es mejor que los riegues cada vez que observes que el terreno está seco. Mejor regar de menos que de más.
Con 2 o 3 veces por semana puede ser suficiente.
Asimismo, como cabe esperar, en las temporadas de más calor hay que aumentar la cantidad de agua, sin embargo, cuando haga más frío se debe disminuir la frecuencia.
Evita mojar su follaje, pues pueden aparecer enfermedades como el moho.
El abonado del crisantemo
Hasta que se produzca la primera floración, se aconseja abonarlo una vez al mes. Recuerda: florecen en otoño.
Abónalos cada cierto tiempo usando para ello un abono especial para plantas de flor. En caso de que no dispongas de éste, también puedes emplear abono orgánico.
Uses lo que uses, debes leer con atención las indicaciones de los envases y en caso de duda te recomendamos acudir a un profesional o a una tienda especializada.
La poda
Los crisantemos se deben podar para que en el futuro siga produciendo flores.
Hazlo una vez que ya se ha producido la floración y para ello, corta las ramas dejando unos 4 centímetros. También puedes eliminar las hojas que veas que están marchitas o en mal estado.
Como ves, el mantenimiento de los crisantemos es muy sencillo. Cualquier persona, aunque no sea experta en temas de jardinería, podrá cultivar estas preciosas plantas. Pero, en caso de duda y como siempre aconsejamos, es mejor preguntar a un experto en la materia.
Y hasta aquí nuestro artículo de hoy. ¡Mucha suerte con tu cultivo de crisantemos!
Nos vemos en la próxima entrega.
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