¿Buscas una planta que decore tu casa y que al mismo tiempo tenga un mantenimiento sencillo? ¿Te gustan las especies suculentas o crasas? ¿Y la jardinería?
Muchas preguntas para una única respuesta: árbol de jade.
Volvemos un día más con un post pensado para los amantes de las plantas y de la jardinería en general. Hoy te traemos el árbol de jade, denominado científicamente Crassus ovata.
Seguro que a nuestra protagonista de hoy ya la has visto decorando una estancia interior, pues con el tiempo ha ganado popularidad entre los amantes de la decoración. Con un porte arbustivo, esta especie destaca por su apariencia y su sencillez de cultivo.
A continuación, no sólo aprenderás qué es el árbol de jade, también descubrirás cómo se cultiva y cuáles son los cuidados que necesitará para crecer en todo su esplendor.
¿Empezamos?
Ya viene siendo habitual que en esta clase de artículos comencemos por explicarte qué es y cuáles son las características principales de la planta. Y en este caso, vamos a seguir siendo tradicionales.
A la hora de cultivar una nueva especie, no está de más que conozcas qué particularidades tiene, pues éstas te ayudarán a comprender mejor sus cuidados y sus requisitos de plantación.
El árbol de jade, conocido científicamente como Crassus ovata, es una planta de porte arbustivo originaria de África y muy populares en la ornamentación interior. De crecimiento rápido, es una especie resistente de bajo mantenimiento.
Se agrupa dentro de las plantas suculentas o crasas, pues sus hojas son las encargadas de almacenar el agua y los nutrientes que necesita para crecer y sobrevivir. Sus ramas son gruesas y su follaje perenne.
El tallo del árbol de jade se caracteriza por crecer hasta volverse leñoso. Además, sus hojas de color verde jade le confieren un aspecto muy bello.
Bajo condiciones idóneas, esta planta desarrolla flores blancas o rosadas, de pequeño tamaño. La floración comienza con la llegada del otoño y termina con el comienza del invierno.
Si hay algo que destaque en el árbol de jade, aparte de su apariencia, es su sencillez de cultivo. Es una planta resistente, de crecimiento rápido y mantenimiento bajo, algo que sin duda está relacionado con el hecho de que sea una especie suculenta.
Lo más importante a la hora de plantas una Crassus ovata es tener en cuenta la luz, el riego, las temperaturas y los abonos. Si sabes esto, lo tienes prácticamente encaminado.
A continuación, te enseñaremos los cuidados que necesita el árbol de jade.
Tal y como hemos comentado anteriormente, es una planta que se cultiva en interior. Por ello, se debe plantar en una maceta adecuada y con maceta adecuada nos referimos a una de barro/arcilla.
¿Por qué este recipiente?
Este tipo de material es perfecto para las plantas suculentas pues drenan muy bien los excesos de agua (como verás más adelante, no tolera los encharcamientos).
En cuanto a la iluminación, el árbol de jade necesita mucha luz para crecer de forma sana, por lo que lo mejor es colocar la maceta cerca de una ventana por la que entre la luz solar durante varias horas.
Ojo, nunca luz solar directa.
Si le proporcionas demasiada luz, lograrás que sus hojas cambien un poco de color, tornando su borde a un tono rojizo muy bonito. Pero, como siempre suele suceder, los excesos nunca son buenos.
Aunque de apariencia bonita, correrás el riesgo de que el follaje termine por secarse.
Y en cuento a la temperatura, el árbol de jade tolera los climas templados, siendo lo mejor temperaturas entorno a los 20-25⁰. Intenta que nunca desciendan por debajo de los 4⁰.
Las plantas suculentas suelen cultivarse en un sustrato algo poroso, pero, el árbol de jade es mejor que se planta en una mezcla que contenga tierra de jardín, perlita y arena.
La tierra que uses debe drenar bien el agua de riego, ya que esta especie no tolera los encharcamientos.
Como buena crasa, el árbol de jade va a necesitar pocos riegos. El agua se almacena en sus hojas por lo que no es indispensable que se riegue tan habitualmente como otra vegetación.
Desde Husqvarna te recomendamos que eches agua únicamente cuando observes que la tierra está completamente seca. De lo contrario, podrías provocar la pudrición de las raíces y la repentina caída de las hojas.
Además, asegúrate de que no quede agua estancada en el plato inferior de la maceta -si es que has puesto uno.
¿Lo normal en cuanto a riegos?
En verano, ya que las temperaturas son más elevadas, lo aconsejable es regarlo 2 veces por semana, disminuyendo la frecuencia cuando llega el invierno. Pero, antes de echarle agua, recuerda comprobar su tierra.
¿Abonar, sí o no? Durante la primavera y el verano, te recomendamos aportar un extra de nutrientes para que la planta crezca más sana.
Usa para ello abonos y fertilizantes orgánicos o aquellos específicos para especies suculentas. Y si tienes dudas, lo mejor es que acudas a un centro de jardinería, pues allí te podrán asesorar.
El árbol de jade no es muy dado a verse afectado por numerosas plagas o enfermedades, pero, como pasa con las plantas suculentas, puede sufrir el ataque de ácaros, cochinillas o hongos (como la podredumbre).
Y hasta aquí nuestro artículo de hoy. Esperamos que te haya servido de ayuda con tu árbol de jade.
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