Volvemos un día más con una nueva entrega del blog. Hoy, te traemos una especie colorida y de preciosa floración, conocida comúnmente como la bandera española.
No, no te has equivocado de artículo.
Puede que esta denominación común te confunda, pero no te preocupes, en este post hablaremos de una planta: la lantana. Y como podrás adivinar, su nombre se debe a sus colores (rojo y amarillo).
Si sigues leyendo conocerás qué es, cómo se planta, qué cuidados necesita y qué problemas puede tener durante su vida.
¡Vamos con ello!
Lantana es un género que abarca más de 100 especies de arbustos, originario de las regiones más cálidas de América del Sur y América Central.
Como ya te hemos adelantado, a este género de plantas, en España se le conoce como Bandera española, debido a los colores que adoptan sus flores (rojo con los extremos amarillos).
Estos arbustos, independientemente de la especie que sean, no suelen sobrepasar los 2 metros de altura, siendo lo habitual crecer hasta 1 metro.
Presenta un crecimiento rápido.
La lantana se caracteriza por tener hojas perennes (se mantienen siempre verdes, incluso en la época de seca), simples, de 10 cm de longitud, ovadas o oblongas y con margen dentado.
Estas hojas presentan una especie de “vello” en ambas caras, son rugosas al tacto y de color verde oscuro en el haz y más claro en el envés. Además, emiten un aroma muy característico.
¿Y las flores?
Pero, si por algo destaca este arbusto, es por sus preciosas flores. Éstas crecen en corimbos muy densos, alcanzan los 3 cm de longitud y su pedúnculo puede ser de hasta 4 cm de largo.
Una de las particularidades de estas flores es que cambian de tonalidad a medida que pasan los días. Al principio son amarillas, luego se tornan naranjas y, por último, aparece el color rojo.
Comienzan su cambio de color desde el borde exterior hasta el interior de la inflorescencia, por lo que es muy posible que en un mismo corimbo existan flores de 3 colores distintos. Además, ¡son aromáticas!
¿A que es curioso?
La lantana florece en primavera y sus flores pueden durar hasta bien entrado el otoño. Su duración dependerá de los cuidados que le proporciones y, en mayor medida, de las condiciones de cultivo existentes.
Una vez que termina la floración, aparecen una especie de bayas de color negro, comestibles cuando están maduras, que contienen varias semillas.
Respecto a estas bayas (frutos) debes saber que estando verdes, son tóxicos, por lo que no te recomendamos que los injieras
La lantana se debe plantar durante la primavera, una vez que ha terminado el periodo de heladas. A la hora de cultivarla, se puede hacer directamente en la tierra del jardín o en una maceta.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de plantar este arbusto, es que el lugar en el que lo hagas debe tener un buen drenaje. No tolera los encharcamientos, por lo que el agua de riego y de lluvia debe circular libremente.
Para ello, haz un agujero tan profundo como el largo de tu planta y el doble de ancho. Luego, echa tierra y riégala.
La lantana se puede reproducir mediante semillas o por esquejes, siendo lo más sencillo éste último método. Si nos has estado siguiendo a la largo de todo este tiempo, sabrás cómo hacerlo, pues en uno de nuestros artículos de jardinería te explicábamos este proceso.
Si no es así, no te preocupes. A continuación te enseñaremos cómo llevar a cabo la reproducción de la lantana.
PASOS A SEGUIR: |
1. Durante el verano, corta una rama saludable de unos 10 cm aproximadamente. Corta en diagonal, justo por debajo de la hoja. |
2. Retira las hojas inferiores y sumerge la parte cortada en una hormona de enraizamiento. |
3. A continuación, inserta 5 cm de la parte inferior en un recipiente que contenga compost húmedo. Cubre esta maceta con una bolsa transparente y asegúrate que el plástico no toca los esquejes. |
4. Pasado 1 mes, los esquejes deberían estar enraizados. Cuando las heladas hayan terminados, puedes ir aclimatando estas partes a las temperaturas del exterior y, finalmente, puedes traspasarlas al jardín. |
La lantana hay que trasplantarla cada dos años, al inicio de la primavera. Para ello, hay que empezar con arreglar las raíces, es decir, retirar las que se encuentren en mal estado (marchitas, secas, etc).
Una vez que ya has eliminado las raíces con problemas, es el momento de traspasarla a una maceta. El sustrato usado tiene que ser de un 60% akadam y 40% arena.
A la hora de ubicar la lantana, es muy importante que tengas en cuenta que necesita mucho sol. La luz solar repercutirá en la producción de flores (cuando más luz, más inflorescencias).
Otro aspecto fundamental relacionado con el lugar de plantación es que debe estar resguardada del viento. Además, debes considerar el tamaño que alcanza el arbusto.
Lo normal, es dejar aproximadamente unos 80 cm de distancia entre la lantana y paredes, árboles o otras plantas.
Riegos moderados, con una o dos veces por semana será más que suficiente. Es una planta que puede tolerar ciertos periodos de sequía, siempre y cuando se encuentre resguardada del viento que pueda resecar su tierra.
Como ya te hemos adelantado, la lantana no soporta los encharcamientos de agua, por lo que es mejor regar de menos que de más. Un riego excesivo puede provocar la aparición de hongos u otras enfermedades.
Para mejorar la producción de flores y aumentar la cantidad de corimbos, debemos aplicar un abono específico para plantas con flores. Este abono que se diluya con el agua de riego, hazlo cada 15 días y empieza justo cuando llegue la primavera.
En los meses de más calor (verano) no necesitará aportes extras, por lo que para con la fertilización.
Se puede llevar a cabo una poda de mantenimiento, es decir, retirar las zonas de la planta que se encuentren en mal estado.
La mejor época es hacerlo a finales del invierno, justo antes de que comience la primavera.
Y para obtener una mata de hojas más compacta y densa, recorta las ramas a dos tercios de la altura. También puedes pellizcar las puntas para estimular la ramificación.
En la actualidad, existen pocas plagas y enfermedades que puedan atacas a la lantana, pues se considera una planta resistente. Sin embargo, no está exenta de sufrir las consecuencias derivadas de:
– Mosca blanca: insecto con dos alas, recubierto de una especie de polvo blanco, con aparato dental de doble función (pica-chupa) y una de las plagas más comunes en huertos y jardines. La mosca blanca se alimenta de la savia de las hojas y segrega una melaza que puede provocar la aparición de hongos, bacterias e incluso otros insectos.
– Araña roja: aparece en verano. Sus efectos se ven a simple vista pues en la capa superior de las hojas aparecen puntitos amarillos. El ataque de esta plaga reduce la fotosíntesis de la planta, lo que conlleva a una disminución del crecimiento. Al igual que la mosca blanca, se alimenta de la savia.
– Mildiu polvoriento: enfermedad que se desarrolla cuando la lantana no recibe la suficiente luz solar.
– Putrefacción de la raíz: las raíces comienzan a pudrir cuando hay un exceso de agua. Por ello, es tan importante que la tierra tenga un buen drenaje.
– Moho fulginoso: sabrás que tiene esta enfermedad cuando en las hojas aparezcan unas manchas negras. Este hongo aparece como consecuencia del ataque de la mosca blanca.
Y hasta aquí nuestro artículo de hoy. Esperamos que te haya servido de inspiración a la hora de decorar tu jardín.
¡Nos vemos en la próxima entrega!
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