Decora tu jardín y tu casa con Clematis, las plantas de preciosas flores

Clematis: qué es y qué características tiene

Nombre científico: Clematis

Nombre común: Clemátide

Clase: Magnoliopsida

Orden: Ranunculales

Familia: Ranunculaceae

Origen: Este género de plantas abarca una amplia variedad de especies, por lo que no es raro que tengan orígenes diferentes. Estas trepadoras crecen en diversos lugares del mundo, por ejemplo, hay variedades que son originarias de Europa (la Clematis vitalba) y otras que son nativas de China (Clematis armandii).

Distribución: Las Clematis son plantas muy resistentes que se adaptan a cualquier condición. En la actualidad, se distribuyen por todas las regiones templadas del planeta, por las tropicales e incluso en las áreas montañosas.

¿Cuáles son las características de las Clematis?

Clematis es un género de plantas que abarca un gran número de especies (sobrepasa las 200 variedades de silvestres y más de 400 cultivares.  La mayoría de ellas son trepadoras y lianas. Algunas se consideran arbustos y otras hierbas perennes.

Hay clemátides para todos los gustos.

Este género está conformado en su mayoría por vigorosas trepadoras de porte arbustivo, con tallo leñoso. A éstas se las conoce como lianas. Aunque son leñosas, su tallo es bastante frágil hasta que alcanzan una edad adulta.

Las hojas de las Clematis se caracterizan por estar divididas en tres foliolos de una tonalidad verde muy clara o muy oscuro dependiendo de las condiciones climáticas existentes en la zona de plantación.  Los arbustos suelen ser de follaje caduco. Sin embargo, las de porte herbáceo son perennifolias.

Los foliolos cuentan con peciolos que se retuercen y se enroscan a las superficies y estructuras. Así es como trepan las clemátides.

Pero si por algo se conoce a las Clematis es por sus preciosas flores. Al contrario de lo que se puede pensar, estas plantas no destacan por sus pétalos, lo hacen por sus sépalos. Éstos presentan colores muy vistosos por lo que son las especies perfectas para la decoración de jardines y espacios interiores.

Dependiendo de la zona climática, las Clematis pueden florecer en primavera o en otoño.

Los frutos son vainas que guardan en su interior las semillas.

Algo importante que debes saber, es que todas las especies que conforman este género son tóxicas. Contienen aceites esenciales y compuestos irritantes para el ser humano (sobre todo la piel y para las membranas mucosas).

Usos de la Clematis

A estas alturas, ya te estarás dando cuenta de cuáles pueden ser los usos principales de estas plantas trepadoras.

Como bien hemos dicho, las especies del género Clematis destacan por la vistosidad de sus sépalos, unas partes con colores muy vivos. Por ello, no es de extrañar que las aplicaciones principales de estas plantas sean ornamentales.

Ya sea en el jardín o en una maceta, las clemátides son perfectas para llenar de luz y de color el rincón más soso y aburrido de una casa o de un espacio verde exterior.

Además, en la antigüedad, los amerindios usaban estas especies para el tratamiento de ciertas enfermedades o afecciones. Las usaban para tratar las migrañas, desórdenes nerviosos o para infecciones de la piel.

Sí, suena contradictorio, pero así lo hacían.

Los cuidados que necesita la Clematis

Las especies que conforman el género Clematis son resistentes, duraderas y longevas. Pero no por ello está exentas de necesitar ciertos cuidados y condiciones de cultivo específicas. Factores como los riegos, la luz o el suelo van a ser determinantes para lograr una buena plantación de clemátides.

Lo que debes saber sobre el cultivo de Clematis es lo siguiente:

• Ubicación: estas plantas se distribuyen por casi todas las regiones del planeta, por lo que pueden desarrollarse tanto en climas templados como en los tropicales. Lo que sí no soportan es elevadas temperaturas.
• Luz: uno de los factores a tener en cuanta cuando se va a plantar una de estas especies es la luz. Lo ideal es que las raíces se mantengan en una zona sombría y que los tallos reciban una buena cantidad de rayos solares.
• Suelo: no son exigentes en cuanto al tipo de suelo, pudiendo vivir en terrenos calizos pobres en nutrientes y mal drenados.
• Riegos: las Clematis son capaces de sobrevivir a las sequías, aún así es recomendable regarla un par de veces por semana. Según la humedad ambiental, echa una cantidad de agua u otra.
• Abonado: para conseguir una plantación sana y vigorosa, lo mejor es abonar desde primavera y hasta el otoño. Usa un abono orgánico como por ejemplo el guano, extracto de algas e incluso compost.
• Trasplante: se deben trasplantar cada cierto tiempo. Lo ideal es hacerlo en primavera que es el periodo en el que ya han pasado las heladas.
• Poda: las Clematis crecen a un buen ritmo, por ello, muchas veces es necesario podarlas. Hazlo siempre que así lo requiera la planta, es decir, cuando haya crecido en exceso. No podes en invierno.

Como ves, el mantenimiento de esta vegetación es muy sencilla. No hace falta tener grandes conocimientos de jardinería para lograr una plantación de calidad.

Las enfermedades y plagas a las que se puede enfrentar esta planta

Y llegamos al apartado más temido, los problemas que puede sufrir una planta a lo largo de su vida. Aunque las Clematis son muy resistentes, también pueden verse afectadas por el ataque de plagas o enfermedades.

Veamos las más comunes:

• Oidio: esta enfermedad ya no es una mera desconocida en el blog de Husqvarna. Ataca a las hojas, a los peciolos, a los tallos y a las flores. Cuando es un ataque grave, las partes afectadas empiezan a marchitarse, se detiene su crecimiento y se produce una defoliación importante.
• Caracoles: se alimentan de las hojas de las Clematis. Es una de las plagas más habituales en cualquier cultivo.