Quercus pyrenaica, uno de los robles más extendidos en España
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El Quercus pyrenaica, uno de los árboles más extendidos en la Península Ibérica

Estarás de acuerdo con nosotros en que España es un país muy rico en cuanto a especies vegetales se refiere. En la Península Ibérica conviven multitud de plantas, flores y árboles autóctonos, y cada región tiene su propio ecosistema.

Por ello y dada la importancia de nuestra flora, hoy volvemos con un nuevo protagonista del blog, el Quercus pyrenaica. Quizás por su nombre científico no te suene, pero seguro que si te hablamos de roble negro la cosa ya cambia.

Este árbol es uno de los más extendidos en el territorio.

Su facilidad de adaptación a los diferentes climas ha provocado que su crecimiento sea posible en la mayoría de regiones peninsulares.

Hoy vamos a contarte todo lo que debes saber sobre esta especie. Detallaremos sus características más importantes, sus diferentes aplicaciones y las condiciones de cultivo requeridas para desarrollarse adecuadamente.

¿Empezamos?

Quercus pyrenaica: Qué es, qué características tiene y cuáles son sus principales usos

Nombre científico: Quercus pyrenaica

Nombre común: Melojo, Rebollo o Roble Negro.

Clase: Magnoliopsida

Orden: Fagales

Familia: Fagaceae

Género: Quercus

Origen: El Quercus pyrenaica es un árbol originario de la Península Ibérica, de Francia occidental y del norte de África.

Distribución: En la actualidad, en el territorio peninsular es frecuente verlo en casi todas las regiones interiores, concretamente en las montañas del centro y en las zonas del noroeste. Es una especie que, irónicamente, escasea en los Pirineos. Además, es difícil encontrarlos en los terrenos calizos de Baleares y del sureste español.

¿Cuáles son las características más importantes del Quercus pyrenaica?

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El Quercus pyrenaica es un árbol caducifolio del género Quercus que puede llegar a alcanzar los 25 metros de altura, siempre y cuando las condiciones de cultivo sean óptimas.

Cuenta con una gran capacidad de adaptación a los diferentes climas españoles, de ahí que se desarrolle en prácticamente todo el territorio peninsular. Presenta una forma anchamente columnar y su desarrollo es lento.

Dada su explotación es habitual verlo rebrotando y formando masas forestales muy enmarañadas. Las plantaciones de Quercus pyrenaica (melojares) no son bosques al uso, más bien son matorrales rastreros.

¿Matorrales?

Pues sí. Debido a esa capacidad de rebrote, el roble negro forma este tipo de vegetación. Estas masas suelen ser muy densas y extensas. Además, también es común que se mezcle con otras especies de porte arbóreo como por ejemplo las encinas o el alcornoque.

El Quercus pyrenaica desarrolla un tronco derecho o de forma irregular, de porte elegante y ramificado desde la base. Su corteza es lisa, verde-grisácea y se agrieta con la edad. De su corteza, parten ramas principales no muy abiertas que luego se ramifican radialmente.

Este desarrollo tiene como resultado una copa más grande, lobulada y tortuosa.

De su raíz principal brotan numerosas raíces laterales muy próximas a la superficie del terreno. Estos nuevos rebrotes son capaces de recubrir la totalidad (o casi) de un terreno, lo que imposibilita en gran medida el paso por esa zona.

Si lo que quieres es disfrutar de tu jardín, el Quercus pyrenaica no es lo más recomendado.

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Sus hojas son aterciopeladas por ambas caras, de comportamiento marcescente, grandes y con lóbulos muy profundos. Son de color verde claro por el envés que se torna en rosado cuando empiezan a brotar. Una vez desarrolladas pasan a ser verdes oscuros y se convierten en pardo-amarillentas cuando llega el otoño.

Las flores nacen sobre el pie.

Esta especie florece en primavera y cuenta con flores de ambos sexos. Las masculinas son amarillentas, presentan un número variable de estambres y se encuentran agrupadas en amentos colgantes.

Las femeninas, sin embargo, suelen florecer de forma solitaria o reunidas en grupos de tres o cuatro. Nacen sobre el pie y no en amentos.

Los frutos son las bellotas.

En el caso de esta especie del género Quercus, las bellotas son gruesas, de pedúnculo corto y rechoncho y de hasta unos 4 centímetros de longitud. Su cúpula es vellosa y presentan unas escamas cortas que pueden, o no, sobresalir.

Maduran en octubre o noviembre.

Las bellotas no se deben confundir con las protuberancias esféricas denominadas agallas. Son muy frecuentes en los ejemplares adultos y se trata de unos tumores producidos por la defensa del árbol contra las larvas que depositan las avispas en sus tallos.

Los principales usos del Quercus pyrenaica

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La madera de este Quercus no es muy aprovechable. En la actualidad, la carencia de tratamientos adecuados hace que sea poco gruesa, deformable, de peor calidad que otros árboles y de forma irregular.

A pesar de ello, su madera puede ser útil en la producción de mangos de herramientas, para utilizar en las traviesas de los ferrocarriles, en postes de teléfono o en la elaboración de puertas o ventanas.

Además, el roble negro destaca por sus aplicaciones forestales.

También cuenta con un alto poder calorífico, por lo que es habitual que se emplee como combustible, ya sea en forma de leña o como carbón vegetal.

Su capacidad de rebrotar y producir retoños, hace posible disponer de este recurso de una forma más sostenible que la de otros árboles.

El Quercus pyrenaica es muy resistente a la descomposición, por ello, su tronco se destina a la creación de muebles, barcos o barriles. Asimismo, su corteza contiene una gran cantidad de taninos, un hecho que la hace especial para realizar diferentes tintes o para el curtido de pieles.

¡Hasta sus raíces son útiles!

Su fuerte sistema radicular hace que el rebollo sea perfecto para la conservación y formación de un suelo con la calidad suficiente para regular el régimen hidrológico del terreno en el que se encuentra.

Otras aplicaciones: Los usos de las bellotas

¿Y las bellotas? ¿Sirven para algo?

Los frutos se usan como alimento del ganado, siempre y cuando estén maduros, es decir, solo en octubre y noviembre.

Para las personas, las bellotas tienen aplicaciones terapéuticas y culinarias. Por ejemplo, se emplean para cortar diarreas, forman parte de harinas y a partir de ellas se pueden obtener licores.

Este fruto es un alimento energético y nutritivo. Aporta principalmente hidratos de carbono, grasas, proteínas y fibra. Asimismo, son ricos en vitaminas del grupo B (a excepción de la B12).

También se suelen emplear en cocina debido a su dulce sabor.

Las agallas, que muchas veces confundimos con las bellotas, se usan para prender fuego, para producir tintes y para tratar ciertos problemas de la piel (presentan características cicatrizantes y antihemorrágicas).

Las necesidades ecológicas del roble negro: los requisitos para su desarrollo

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El Quercus pyrenaica se distribuye por toda la Península Ibérica formando extensos bosques. Y, como toda especie vegetal, necesita y exige unas condiciones particulares para desarrollarse de forma óptima.

En el caso del roble negro no existen unas necesidades generales que puedan servir como guía para todo el territorio nacional, pues como sabrás, cada una de las regiones españolas tiene un clima o una orografía diferente.

Por tanto, las condiciones de cultivo variarán.

Los cuidados requeridos por el rebollo no serán los mismos si se planta en las regiones bañadas por el Atlántico, que si se hace en espacios ubicados en la vertiente mediterránea.

Para un buen mantenimiento del árbol, hay que basarse en las características de su hábitat natural para hacerse una idea de cuáles serían sus requisitos ecológicos.

El clima

El crecimiento de Quercus pyrenaica está condicionado por la época de sequía estival que se produce en zonas de por ejemplo el Mediterráneo. En las regiones en las que se desarrolla, las precipitaciones medias rondan los 650mm-1200mm, lo que nos daría una idea de las condiciones que necesita para su desenvolvimiento.

Soporta una oscilación térmica entre los -5ºC del invierno y 22ºC del verano. Además, resiste bien las heladas y es menos exigente a la humedad ambiental si se compara con otros robles peninsulares.

Se distribuye en zonas de la Península formando bosques de montaña, también conocidos como robledales o melojares, y a veces se encuentra acompañado de arces, encinas o alcornoques.

En estos espacios, requiere sombra o media luz.

Los factores topográficos y geomorfológicos

En cuanto a las condiciones topográficas, el roble negro necesita unas u otras dependiendo de la zona en la que se encuentre.

Por ejemplo, si el hábitat del Quercus pyrenaica son las áreas atlánticas, prefiere situarse en las laderas de solana. Sin embargo, en los terrenos del sur de la Península crece en lugares más resguardados, como en umbrías o en los fondos de los valles.

A diferencia de lo que en un principio podamos pensar dado su nombre científico, irónicamente, el melojo no es capaz de desarrollarse en los Pirineos. Tampoco lo hace en los terrenos calizos de las Islas Baleares.

¿Y el suelo?

Es una especie que se desarrolla principalmente sobre suelos silíceos (granitos, gneises o pizarras). Además, crece de forma óptima sobre las rocas, actuando como bomba de bases y consiguiendo que el pH de la superficie se equilibre.

También es capaz de desarrollarse sobre multitud de rocas ácidas como por ejemplo las cuarcitas, areniscas o pizarras.

No tolera los suelos calizos, de ahí su gran dificultad para crecer en las Baleares o en el sureste español.

Las plagas y enfermedades a las que está expuesto el Quercus pyrenaica

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La especie de Quercus pyrenaica, al igual que las demás variedades vegetales, puede verse afectada por numerosas enfermedades o plagas. Éstas pueden llegar a causar problemas importantes en el árbol, tales como el desprendimiento de la corteza o defoliaciones intensas.

Al roble negro lo pueden atacar insectos y hongos.

Existen una gran cantidad de agentes susceptibles de provocar pestes y patologías diferentes. Éstos condicionarán el desarrollo del árbol y muchas veces, es muy complejo acabar con ellos.

Por ello, si estás pensando en plantar un roble o si ya tienes uno, te recomendamos que leas con atención este apartado para saber lo que hacer ante una posible aparición de estos organismos.

Insectos

Los insectos que provocan daños en el Quercus pyrenaica son de diferentes tipos atendiendo a la forma en la que atacan. Destacan los denominados “defoliadores” y los “perforadores”.

Cada uno de ellos causa estragos verdaderamente importantes, por lo que no está de más conocer los más comunes:

Tortrix viridana: este insecto defoliador se alimenta de los brotes jóvenes y las hojas tiernas. Las intensas defoliaciones debilitan el árbol, haciéndolo susceptible al ataque de otros agentes. Además, es capaz de provocar la reducción de la producción de bellotas.

 – Lymantria dispar: es una plaga polífaga que pone los huevos en el tronco y las ramas. Produce fuertes defoliaciones y tiene efectos muy parecidos al descrito anteriormente.

Malacosoma neustria: pone los huevos sobre las ramas de pequeño tamaño y los coloca de forma ordenada alrededor del leño. Las orugas se alimentan de las hojas causando importantes defoliaciones.

Cerambyx cerdo: forma parte del grupo de “perforadores” y su objetivo es colonizar las partes muertas de árboles o plantas. Las hembras depositan los huevos en el interior de la corteza del tronco y de las ramas gruesas. Las larvas se alimentan de las capas de esta corteza y realizan grandes galerías, lo que provoca la destrucción de la madera y su posterior descomposición.

Hongos

Los hongos son organismos que atacan a las ramas, las hojas y las raíces de formas muy variadas. Causan enfermedades y provocan la caída o marchitamiento de algunas de las partes del árbol, por lo que, si no se atajan a tiempo, pueden causar la muerte del roble.

Los hongos que afectan al Quercus pyrenaica son los siguientes:

Oidio (Microsphaera alphitoides Griff. Y Maub.): hongo que cubre las hojas, los frutos y las ramas de una sustancia muy semejante a la ceniza, causando malformaciones importantes. Puede llegar a causar el aborto de los brotes más jóvenes y el marchitamiento de las hojas. Prefiere atacar a las plantas jóvenes y lo hace cuando las condiciones climáticas son favorables. Se usa el fungicida sistémico para acabar con esta enfermedad.

Phytophthora cinnamomi Rands: ataca a las raíces del roble. Los primeros síntomas aparecen en la parte aérea, una zona en la que se observan hojas cloróticas de menor tamaño que se caen antes del otoño. Cuando el hongo invade más partes, se aprecian ramas muertas y pudrición de las raíces. En la última fase, el hongo provoca el desprendimiento de la corteza.

Si no sabes cómo actuar ante las plagas o ante las enfermedades mencionadas, te recomendamos que acudas a un profesional o a un centro especializado. Pues, siempre es mejor dejarse ayudar por alguien que sí sepa.

Y hasta aquí nuestra ficha de hoy. Esperamos que te haya servido de ayuda y que lo haga en un futuro y para próximas plantaciones de Quercus pyrenaica.

Nos vemos en la próxima entrega.

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