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Cómo elaborar purín de ortigas en casa y para qué sirve

Cómo elaborar purín de ortigas en casa y para qué sirve

Es probable que hayas oído hablar del purín de ortigas, que desde antiguo sirve como fertilizante natural y ecológico, aunque hoy en día ya se comercializa en tiendas de productos agrícolas bajo diferentes marcas. Este producto no es más que un fermentado de ortigas en agua muy fácil de hacer en casa si tienes cerca ortigas silvestres o de cultivo.

La ortiga, considerada una mala hierba, es una planta con extraordinarias propiedades medicinales, tanto para la salud humana como para el jardín y el huerto. ¡Hasta es comestible y sirve como remedio de la anemia! Aunque cuando crecen en nuestras casas, tendemos a eliminarlas por sus molestas propiedades urticantes, el nacimiento de las ortigas es una buena noticia. Si tu huerto o jardín tiene ortigas, quiere decir que tu tierra tiene buenos niveles de nitrógeno y hierro. Así que, en lugar de eliminarlas, puedes aprovecharlas para elaborar tu propio fertilizante sostenible y colaborar como Husqvarna lo hace con un mundo más verde. Sigue leyendo y descubre cómo elaborar el purín de ortigas y para qué sirve.

Propiedades del purín de ortigas

El purín o fermentado de ortigas tiene una gran cantidad de nitrógeno, que sirve para abonar el terreno y fomentar el crecimiento de las plantas, además de otros minerales, vitaminas y hormonas que las fortalecen y estimulan su crecimiento.

Usado como insecticida natural contra las plagas, los hongos de ciertos cultivos como el tomate, la patata o la vid, existe cierta controversia sobre su eficacia como tratamiento ante un problema extendido o crítico. El purín de ortigas sirve para proteger las plantas de plagas, insectos y enfermedades, pero no tanto para combatir una infestación, por ejemplo.

imagen de jardín con césped y flores en espacios separados

Para qué sirve el purín de ortigas.

Entonces, ¿para qué sirve el purín de ortigas? Este preparado es ideal para mantener sano tu jardín. ¡Atención a sus beneficios!

Fertilizante

Como decíamos antes, el purín de ortigas es rico en nitrógeno, un nutriente esencial para muchas de las funciones metabólicas de las plantas, como la generación de la clorofila, fundamental para la fotosíntesis. El nitrógeno es necesario, sobre todo durante las fases de crecimiento de las plantas, ya que también interviene en la creación de proteínas, aminoácidos, enzimas, azúcares, almidón y lípidos.

Equilibrador de suelos calizos o alcalinos

El purín de ortigas también contiene hierro, por lo que sirve para equilibrar los suelos calizos y alcalinos y favorecer la absorción de hierro por las plantas, prevenir o incluso tratar la clorosis férrica.

Fortificante de las plantas

La ortiga aporta silicio, otro mineral y nutriente fundamental para las plantas, que refuerza los tejidos celulares y las fibras de las plantas del jardín y el huerto, haciéndolas más resistentes a diversos hongos, entre ellos, el odio, mildiu, la lepra del melocotonero o la roya. Además del silicio, contiene magnesio, calcio, fósforo y vitaminas A y C entre otros micronutrientes.

Repelente de insectos

El ácido fórmico de las ortigas es lo que hace que piquen y esta sustancia, también presente en el purín de ortiga, es un eficaz repelente de insectos como la araña roja, la mosca blanca, el pulgón, la polilla del manzano, el escarabajo de la patata o la mosca de la zanahoria. Como decíamos antes, no siempre es efectivo para tratar una plaga extendida, pero si además de regar tus plantas con purín de ortiga diluido en agua, lo aplicas pulverizado sobre las hojas, las protegerás de estas plagas.

Activador de la germinación, compost y del vermicompostaje

Lo mejor de hacer purín de ortigas en casa no son solo sus múltiples beneficios para las plantas de tu jardín y huerto, sino que los restos de ortigas fermentadas son perfectas para añadir al compost o como abono directo sobre la base de los árboles. Tanto el compost como las ortigas ya fermentadas liberan hormonas vegetales que estimulan la germinación de semillas, el crecimiento de las raíces y funcionan como un activador del compost y del vermicompostaje al generar materia orgánica y atraer a las beneficiosas lombrices de tierra. Una buena manera de fomentar la biodiversidad y la vida silvestre en tu jardín.

Como ves, el purín de ortiga puede ser tremendamente eficaz para el cuidado de tus plantas de jardín y huerto, pero si tus suelos ya son ricos en nitrógeno, debes ir con cuidado. ¡Ningún nutriente en exceso es bueno!

Cómo hacer purín de ortigas en casa

Hacer tu propio purín de ortigas en casa es sencillo. Sólo necesitarás ortigas, agua de lluvia o no clorada, un recipiente amplio para fermentar las ortigas, garrafas de plástico o cristal opacas para almacenarlo, un filtrador y unos buenos guantes para evitar lesiones en las manos.

Recolecta las ortigas

Lo primero es localizar un lugar donde las ortigas crezcan en abundancia para recolectar aproximadamente 1 kilo de ortigas frescas. Además de unos guantes y unas tijeras, es importante:

  • Usar guantes y prendas de manga larga.
  • Recolectar tus ortigas al inicio de la fase de crecimiento y antes de la floración, entre los meses de mayo y junio. Son las más eficaces y las que más pican.
  • Elegir los brotes más jóvenes y evitar las plantas más leñosas.
  • Cortar los tallos con sus hojas, no las raíces. Si quieres eliminarlas de tu jardín, desecha igualmente las raíces, ya que pueden inhibir el efecto del resto de la planta.
  • Intentar dejar suficientes plantas sin cortar para favorecer su reproducción y evitar esquilmarlas de la zona donde las recojas. Con un kilo de ortigas tienes suficiente para cuidar el jardín o el huerto durante varios meses.
Cortado de ortigas para hacer purín de ortiga

Prepara el fermentado para obtener el purín de ortigas

  1. Corta los tallos con las hojas en trozos grandes e introdúcelos en un bidón de plástico o una vasija. Evita cualquier metal que no sea acero inoxidable, ya que puede interferir en el fermentado. Si te decantas por un recipiente de un material poroso como el barro o la madera, úsalo solo para hacer el purín, no lo recicles.
  2. Añade 10 litros de agua de lluvia o agua sin cloro. Si no dispones de ella, vierte esa cantidad de agua del grifo y déjala en un recipiente sin tapar o cubierto con una tela durante 2 días para que el cloro se evapore.
  3. Usa un palo de madera para remover bien las ortigas dentro del agua hasta que queden totalmente cubiertas.
  4. Tapa el recipiente con una tapa que permita la transpiración o con una tela y mantenlo al aire libre en una zona apartada del jardín entre 6 y 20 días, en función de la temperatura ambiental. Necesitarás que esté parcialmente tapado para evitar contaminación con impurezas y que caigan insectos dentro.
  5. La temperatura ideal para el fermentado será por encima de 20 grados, pero cuanto más alta sea, más rápido será el proceso. No es recomendable intentarlo por debajo de 15 grados, porque la fermentación no empezará. Si crees que puede llover, coloca la vasija bajo un tejado, pero siempre al aire libre, la mezcla necesita respirar y a medida que la fermentación avance despedirá un olor desagradable.
  6. Remueve la mezcla con un palo de madera cada día y durante unos 5 minutos, empujando las ortigas de la superficie hacia el fondo para fomentar la fermentación. Apreciarás que se formará una espuma con burbujas en la parte superior del recipiente y esa será la señal de que la fermentación está en marcha.
  7. Cuando desaparezcan esas burbujas, la fermentación habrá finalizado y podrás colar la mezcla. Para ello usa un colador que no sea de metal o una malla fina. Almacena el líquido en garrafas, a poder ser opacas y cúbrelas con una tapa o una tela, evitando un cierre hermético, ya que la fermentación puede continuar.
  8. Añade los restos de las ortigas a la compostadora o distribúyelos sobre el suelo de tu huerto o alrededor de la base de los árboles.

Cómo aplicar el purín de ortigas en tu jardín o huerto

El purín de ortigas que vas a obtener es un producto muy concentrado y siempre debes utilizarlo diluido. A continuación, te contamos en qué proporción debes usar tu purín de ortigas y para qué sirve en cada caso.

  • Riego: Es la mejor manera de usar el purín de ortigas y aportar al suelo y tus plantas los nutrientes necesarios para mantenerlas sanas y fuertes. Diluye el purín en una proporción del 20%; unos 2 litros de preparado por cada 10 de agua de riego.
  • Repelente e insecticida: Pulveriza una vez por semana las plantas o árboles a primera hora de la mañana y en días sin viento ni lluvia con una solución de purín en agua en una proporción del 10%, en torno a 1 litro de purín por cada 10 de agua.
  • Protección frente a hongos: Para proteger la planta de enfermedades fúngicas como el mildiu, la lepra o el oídio, pulveriza las plantas con una proporción al 5%, de medio litro de purín en 10 litros de agua cada 2 semanas.
Riego del césped con purín de ortiga

Como ves, cuidar tu jardín de forma sostenible, es muy fácil. En Husqvarna tenemos todas las máquinas que necesitas para hacerlo sin emisiones de gases contaminantes, de forma sencilla, con menos esfuerzo y ruido. ¿Te unes a la revolución a batería?

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