¿Qué arboles podar en primavera? Cómo evitar errores frecuentes
¿Cuándo se podan los árboles?
El momento indicado para sanear los árboles del jardín depende de la especie o tipo de árbol, en qué estado se encuentra y qué es lo que se busca con su poda.
Es muy importante conocer la familia a la que pertenecen tus árboles y sus características para determinar en qué época realizar la poda y conseguir los mejores resultados.
- Poda en invierno. Durante los meses más fríos es ideal realizar podas de árboles de hoja caduca. Las heridas que provoca la poda en las ramas y troncos de los árboles tardan un tiempo en cicatrizar, por lo que eliminar ramas débiles y enfermas en los meses de otoño e invierno te brindará un crecimiento controlado y sano en los árboles.
- Poda en verano. Tras el periodo de floración primaveral es necesario eliminar ramas que hayan crecido de forma desigual o desmedida y corregir el crecimiento y la forma de los árboles.
¿Cuándo podar árboles frutales?
Muchas casas cuentan en sus jardines con árboles frutales que además de una función estética pueden brindar una producción de frutos abundante, si se cuidan correctamente.
Para eso, debes conocer las características y necesidades de las tipologías de árboles frutales que se hayan plantado en tu jardín. Con carácter general, si decides podar árboles frutales durante el último mes de invierno, las cicatrices desaparecerán antes.
El mes de febrero es ideal para la poda de una gran variedad de árboles frutales. Por lo que se recomienda una poda en invierno y no en primavera. No obstante, existen excepciones a la norma general. A continuación, te explicamos cuándo podar los principales árboles frutales.
Árboles como los limoneros es recomendable podarlos en enero o febrero, para incentivar una buena producción de frutos, ya que todavía no brotaron las yemas de las ramas fructíferas de los árboles. Este es el caso de especies caducifolias como el Álamo Blanco, que precisa una poda a finales del invierno.
Si realizas podas durante periodos fríos puedes fomentar su crecimiento y regeneración, puesto que el invierno es una época en la que los árboles están inactivos. La poda en árboles frutales de huesos como los cerezos, los ciruelos o incluso los guindos es mejor realizarla una vez se haya recogida de la cosecha, ya terminados los meses cálidos. Este tipo de árboles no toleran bien la cicatrización en épocas frías, por lo que se recomienda podarlos en otoño.